MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una investigación financiada por la Fundación Nacional de Investigación en Cáncer de Estados Unidos ha aportado la primera evidencia de que cuando el cáncer hace metástasis y se extiende desde el tumor primario a otros órganos no siempre afecta a los ganglios linfáticos más cercanos, en contra de lo que se piensa desde hace casi un siglo.
De hecho, el hallazgo, cuyos resultados publica la revista 'Science', muestra que en la mayoría de los pacientes con cáncer colorrectal estudiados las metástasis se originaron directamente desde el tumor primario sin involucrar al sistema linfático en este proceso.
El estudio ha estado liderado por investigadores del Laboratorio para la Biología del Cáncer Edwin L. Steele del Hospital General de Massachusetts en Boston, que analizaron 213 muestras de tejidos de 17 pacientes con cáncer colorrectal para detectar las repeticiones de la poliguanina (poli-G), unos pequeños segmentos del genoma propensos a mutaciones, en las células tumorales y en las metastásicas.
Sus resultados mostraron que en sólo el 35 por ciento de los pacientes estudiados la trayectoria de la metástasis del cáncer se ajusta al modelo tradicional de tumor primario-ganglio linfático-metástasis distante, y que las metástasis de ganglios linfáticos y distantes se originaron del mismo tipo celular en el tumor primario.
Sin embargo, en el 65 por ciento de los pacientes los científicos descubrieron que las metástasis de los ganglios linfáticos y las metástasis distantes coincidían con diferentes tipos de células dentro del tumor primario, indicando orígenes independientes para estos tipos de metástasis.
"Las metástasis de ganglios linfáticos son típicamente consideradas como un precursor de las metástasis más alejadas, pero la extirpación quirúrgica completa de los ganglios linfáticos no siempre conduce a una supervivencia prolongada del paciente", ha reconocido Rakesh Jain, uno de los autores.
Además, el análisis utilizado en su investigación también ofrece una opción segura y rentable de analizar la trayectoria evolutiva del cáncer en cada paciente, lo que "podría ayudar a guiar el manejo clínico de los pacientes metastásicos".