MADRID, 1 Oct. (EDIZIONES) -
La pandemia de COVID-19 está aportando muchas cosas a esta sociedad, buenas y malas. Entre las cosas positivas se encontraría que la población está adquiriendo unos conocimientos básicos en materia sanitaria, de los que antes era claramente deficitaria, como por ejemplo la importancia de lavarse las manos, que está hoy en día más que demostrado que salva vidas.
En este caso vamos a conocer qué es la carga viral dentro de cualquier proceso infeccioso, y en el caso particular de la COVID-19, así como cuál puede ser su relación con la evolución de la enfermedad. Para ello, en una entrevista con Infosalus, el médico especialista en enfermedades infecciosas del Área de CC. de la Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), el doctor Vicente Soriano, explica que la carga viral consiste en la concentración que hay del virus en una determinada muestra (sangre o saliva, por ejemplo).
Aquí resalta que este concepto es importante porque con mayor carga viral, mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de forma más grave, de presentar mayores síntomas, así como de contagiar a otros.
Pero, ¿de qué depende que una persona tenga más o menos carga viral? El también médico internista señala que todo depende del grado de exposición de la persona. Es decir, será un caso sospechoso de COVID-19 aquella persona con síntomas que haya pasado más de 15 minutos, y sin mascarilla, en un espacio cerrado con algún infectado; véase un coche, o un cuarto en el que un coro ensaya y hay un contagiado de COVID-19.
En concreto, el doctor Soriano indica que el principal determinante de la carga viral alta es el 'inóculo' o dosis infectiva, que se conoce muy bien en el caso de la gripe, y que se sabe que un inóculo grande hace que se tenga una mayor carga viral, así como un mayor riesgo de enfermedad, y a su vez de transmitirla a otros.
Aparte de la exposición, el especialista mantiene que seguramente también entrarán en juego factores genéticos que predisponen a un desarrollo de la infección de coronavirus, así como la edad.
Por otro lado, el médico especialista en enfermedades infecciosas del Área de CC. de la Salud de UNIR señala que la carga viral va descendiendo conforme avanza y se va resolviendo la enfermedad. "Cuando uno está en contacto con un infectado y se contagia, el promedio hasta que desarrolla síntomas es de 3 días, pero puede oscilar de 2 días hasta una semana. Por otro lado, la enfermedad es autolimitada generalmente, dura unos 10 días. No es crónica. O te curas, o te mueres. A partir de los 10 días se presume que es viremia basura o residual, en caso de PCR positiva; pero ya no es infectiva", advierte.
LA IMPORTANCIA DE LA MASCARILLA
Así con todo, este médico especialista en enfermedades infecciosas destaca la importancia del empleo de la mascarilla ya que ésta puede colaborar en que una persona adquiera una menor carga viral.
De hecho, hace referencia a un estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista científica 'New England Journal of Medicine' en la que resalta la importancia del empleo de la mascarilla en esta pandemia, señalando que su utilización masiva puede servir a modo de 'pseudovacunacion', puesto que al portarla se evita la exposición a inóculos grandes, por lo que te expones a una menor carga viral, al mismo tiempo que si estás infectado, puedes transmitir en menor grado la enfermedad.
Además, resalta que, en caso de contagiarte, como los síntomas previsiblemente serán más leves por llevar la mascarilla y haber recibido una carga viral menor, se producirá aún así un fenómeno bueno, se desarrollará una forma de COVID-19 menos grave, a la vez que inmunidad frente al virus. "La mascarilla es una herramienta muy importante a falta de vacuna y de antivirales", insiste el doctor Soriano.
LA IMPORTANCIA DE LOS NUEVOS TEST DE ANTÍGENOS
El doctor subraya que inmersos en esta segunda ola de pandemia siguen existiendo muchas incertidumbres sobre quién enferma y quién propaga la enfermedad. "Si tuviéramos técnicas para medir la carga viral igual se podría identificar antes a quienes se han infectado, presentan más riesgo de enfermar de forma grave, y los que deberíamos confinar inmediatamente porque son supercontagiadores", resalta el experto.
Aquí afirma que hasta ahora no había una técnica para medir la carga viral en el paciente, si bien este mes de septiembre se han puesto a la venta los 'test de antígenos', y sobre los que destaca 4 ventajas frente a la PCR:
1.- "Para la carga viral la PCR ayuda poco porque son fragmentos del genoma del virus, que es el más grande que se conoce, con 30.000 nucleótidos; por lo que en muchos casos una PCR positiva no refleja el riesgo de gravedad y de contagio del SARS-CoV-2, y muchas veces son virus que no son viables en este sentido. "Los test de antígenos pueden reflejar mejor quién tiene mayor riesgo de ponerse grave y de contagiar a otros. Es revolucionario y va a ayudar mucho".
2.- Los test de antígenos no van a necesitar de manos cualificadas. Se podrán adquirir en el tiempo en las farmacias, como los test de embarazo. Se va a generalizar mucho su uso. Son muy fáciles de hacer cogiendo una torunda al final de la boca y no duele nada, no se necesita un laboratorio de referencia como sí con las PCR.
3.- Su precio: La PCR cuesta como mínimo 90-100 euros, mientras que el test de antígenos menos de 5 euros.
4.- El tiempo, la PCR en los hospitales grandes puede tardar de 8 a 10 horas, y en los pequeños 2-3-4 días, y éste se puede hacer delante de ti y tarda como mucho 15 minutos. "Ya están comercializados desde hace 10 días y pueden reflejar mejor la contagiosidad de la PCR, que es muy sensible, y cuando da positivo muchas veces ya se ha curado el paciente pero queda esa basura viral de la que hablábamos antes. El test de antígenos tiene un periodo de positividad más corto. Que puede reflejar mejor cuándo puedes enfermar o infectar a otros, y no van a ser necesarias estas cuarentenas indiscriminadas que paralizan todo", sostiene.
Eso sí, reconoce que la prueba debe mejorar y llegar a venderse en las farmacias de forma masiva, como los test de embarazo. "Sus aplicaciones son increíbles, y por ejemplo pueden realizarse antes de volver al cole después de un periodo de vacaciones; antes de ir viaje, de coger el AVE, un barco, de reuniones y espectáculos que consideramos que son importantes. Si se hicieran estos test en saliva en la entrada, a los pocos minutos sabríamos el resultado y, aún llevando la mascarilla, se podría controlar todo mejor", admite el experto de la UNIR.
En Estados Unidos dice que ya se está movilizando su puesta en marcha y venta, si bien existe al igual que en España esa "reticencia por las cosas nuevas", pero cree firmemente que es cuestión de semanas que incremente su utilización. Es más, destaca que supone un nuevo halo de esperanza dentro de esta nueva ola de COVID-19, porque a día de hoy seguimos sin vacuna y sin antivirales, y esto ayudará "enormemente" a no tener que hacer cuarentenas indiscriminadas.