MADRID 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Casi la mitad de las personas que murieron con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) murieron prematuramente, según datos del estudio ICES liderado por Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto (Canadá). Los resultados, basados en modelos de aprendizaje automático para predecir la muerte, se publican en CMAJ (Canadian Medical Association Journal).
El estudio reveló que las personas con EII corren el riesgo de muerte prematura (definida como muerte antes de los 75 años) si desarrollan otras enfermedades crónicas a una edad más temprana. Como los modelos de aprendizaje automático pueden predecir la muerte prematura en la población general, los investigadores aplicaron la tecnología para determinar si podía predecir muertes prematuras entre personas en Ontario con EII y otras enfermedades crónicas utilizando datos de atención médica almacenados en el ICES.
"La implicación clínica es que las enfermedades crónicas que se desarrollan en etapas tempranas de la vida podrían ser más importantes para determinar la trayectoria de salud de un paciente, aunque se necesita más investigación causal para dilucidar esta relación", escribe el doctor Eric Benchimol, gastroenterólogo pediátrico y científico principal del Hospital para Niños Enfermos (SickKids), profesor de pediatría y epidemiología en la Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto y científico principal principal del ICES. "Si bien nuestros hallazgos no son causales, identifican a pacientes con un riesgo potencial de muerte prematura y, por lo tanto, que podrían beneficiarse de una atención más coordinada para su EII y otras enfermedades crónicas", afirma.
Del total de 9278 muertes de personas con EII entre 2010 y 2020, casi la mitad (47%) fueron prematuras, con tasas más altas en hombres que en mujeres (50% frente a 44%). Las enfermedades crónicas más comunes al momento de la muerte fueron diversos tipos de artritis (77%), hipertensión (73%), trastornos del estado de ánimo (69%), insuficiencia renal (50%) y cáncer (46%). Los investigadores descubrieron que incluir las enfermedades crónicas diagnosticadas antes de los 60 años y la edad de diagnóstico mejoraba las predicciones de los modelos.
"El uso de la muerte prematura como resultado identifica más directamente las oportunidades de mejoras en el sistema de salud, ya que las muertes prematuras se consideran evitables mediante una prevención adecuada o un tratamiento temprano y eficaz", escriben los autores.
Los autores esperan que su investigación ayude a identificar áreas que requieren un seguimiento más específico por parte de una variedad de profesionales de la salud, desde dietistas hasta profesionales de la salud mental y especialistas cuando sea necesario. "Estos hallazgos brindan respaldo científico para brindar atención médica multidisciplinaria e integrada a lo largo de la vida (en particular durante la adultez temprana y media)", concluyen los autores.