MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El tabaco es la principal causa conocida del cáncer de vejiga ya que se pueden atribuir a esta sustancia más del 40 por ciento de todos los casos diagnosticados en España, según alerta la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que admite que se trata de un tumor "mucho más frecuente de lo que a veces transmiten las estadísticas o los medios de comunicación".
De hecho, aunque ocupa el noveno lugar en cuanto al número de diagnósticos de cáncer a nivel mundial en España es el quinto tumor más frecuente en ambos sexos, ya que existen diferencias geográficas marcadas, siendo mucho más frecuentes en el oeste europeo (incluida España) y América del Norte, que en Asia o Europa del este.
Esta sociedad científica recuerda que el tabaco no sólo afecta a las vías respiratorias a través del humo ya que más de 60 productos carcinógenos contenidos en los cigarrillos son absorbidos y eliminados por la orina, lo que afecta en gran medida a las células de la pared de la vía urinaria.
Asimismo, hay estudios que apuntan a una posible relación con la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y se estima que hasta un 17 por ciento de los casos podrían darse en portadores de serotipos del virus de alto riesgo.
También existen otros factores de riesgo menos habituales, como la exposición a algunas sustancias químicas de uso industrial (ciertos metales, tintes y gomas); la exposición a un fármaco llamado ciclofosfamida, que es un tipo de quimioterapia; o la esquistosomiasis, una infección producida por un parásito que suele encontrarse en África y ciertas regiones de América Latina.
En cambio, no se ha demostrado de forma clara que la presencia de antecedentes familiares de cáncer de vejiga aumente el riesgo de desarrollar la enfermedad en otros miembros de la misma familia, aunque el diagnóstico en pacientes menores de 60 años debe considerarse con especial atención.
BUEN PRONÓSTICO SI SE DETECTA A TIEMPO
La media de edad al diagnóstico se encuentra en torno a los 70 años y, dado que la mayoría de estos tumores se diagnostican en fases precoces de desarrollo, se pueden curar con cirugías más o menos extensas.
Sin embargo, cuando el tumor está más avanzado la curación puede ser difícil y los objetivos del tratamiento cambian hacia prolongarla supervivencia y mejorar la calidad de vida del enfermo.
La resección de la vejiga con linfadenectomía pélvica (cistectomía) es potencialmente curable para los pacientes con cáncer de vejiga músculo invasivo. Y aunque se asocia con un período importante para la recuperación, la supervivencia a los 5 años es de alrededor del 60 por ciento.
Además, la SEOM lamenta que en la enfermedad metastásica el desarrollo de fármacos activos en cáncer de vejiga avanzado haya sido "claramente inferior" comparado con otros tumores, bien por la escasez de recursos o complejidad de la biología tumoral.