MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Casi un tercio de los pacientes con un accidente cerebrovascular de causa desconocida tienen un trastorno del ritmo cardíaco que puede tratarse para prevenir otro ictus, según los resultados del estudio 'NOR-FIB 'presentado en EHRA 2022.
En el estudio, a los pacientes con accidente cerebrovascular se les controló el ritmo cardíaco durante 12 meses con un diminuto dispositivo implantado. "Más del 90 por ciento de los pacientes con accidente cerebrovascular que tenían fibrilación auricular no tenían signos de padecer este problema cardiaco", han dicho los expertos.
El trabajo observacional prospectivo incluyó a 259 pacientes sin antecedentes documentados de fibrilación auricular de 18 centros en Noruega, Dinamarca y Suecia. Todos los pacientes recibieron un monitor cardíaco, el cual se implantó una mediana de nueve días después del accidente cerebrovascular. El dispositivo tiene un tercio del tamaño de una batería AAA y se insertó por vía subcutánea sobre el corazón bajo anestesia local.
Durante el periodo de seguimiento de 12 meses, 74 pacientes (29%) fueron diagnosticados de fibrilación auricular, de los cuales el 93 por ciento eran asintomáticos. Se recomendó la anticoagulación oral para todos los pacientes con fibrilación auricular y, a los 12 meses, 72 de 74 pacientes (97%) recibían este tratamiento.
"En este estudio, descubrimos que un monitor cardíaco implantable fue eficaz para diagnosticar la fibrilación auricular subyacente, que se identificó en el 29 por ciento de los pacientes con un accidente cerebrovascular. Al detectarse la causa probable del ictus, estos pacientes pudieron iniciar anticoagulación oral. La fibrilación auricular fue asintomática en la mayoría de los casos y es posible que no se haya detectado o tratado sin un control continuo", han zanjado los expertos.