MADRID, 1 Dic. (EDIZIONES) -
Sin lenguaje, no hay pensamiento. Y sin oír es muy difícil conseguir el desarrollo del lenguaje. Los implantes cocleares son dispositivos muy eficaces que permiten recuperar la audición en pacientes con pérdidas de audición severas. Esto permite el desarrollo del lenguaje en los niños, pero también el mantenimiento del mismo en los adultos.
Así lo explica en una entrevista con Infosalus la doctora Victoria García Peces, facultativa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid), quien indica que estos son dispositivos electrónicos complejos, cuya principal función es la de restaurar la audición en una persona que tiene escasos o ningún resto auditivo.
"Dispone de dos partes: una externa; y una interna que se coloca debajo de la piel mediante una cirugía que se realiza bajo anestesia general, y a través de una incisión detrás de la oreja", detalla esta otorrinolaringóloga.
Concretamente, precisa que el implante consta de:
Un micrófono que recoge los sonidos
Un procesador que modifica los sonidos
Un receptor-estimulador que transforma los sonidos en un impulso eléctrico
La guía electrodos situados dentro de la cóclea que llevan los impulsos eléctricos hasta el nervio auditivo
¿EN QUÉ CASOS SON NECESARIOS?
Así, la doctora García Peces mantiene que el implante coclear está indicado en aquellos pacientes que presentan una pérdida de audición severa, y que ya no consiguen rendimiento con audífonos: "Para ello valoramos al paciente en la consulta, realizamos distintas pruebas de audición para valorar la comprensión del lenguaje que presenta el paciente".
Además, sostiene que, previamente, antes de plantear la cirugía, se realizan pruebas de imagen (tomografía computarizada y/o resonancia magnética) para comprobar que la cirugía será posible, objetivando que tenemos espacio dentro de la cóclea (caracol del oído interno) para pasar la guía de electrodos, y que no hay lesiones en el nervio auditivo.
Sobre la edad en la que pueden colocarse, la especialista del Hospital de Fuenlabrada señala que en España contamos un programa de cribado universal de hipoacusia (pérdida de audición) para diagnosticar a todos aquellos niños que presenten una pérdida de audición desde el nacimiento, con el objetivo de poder comenzar el tratamiento cuanto antes.
"Aquellos niños que sean diagnosticados de pérdida de audición severa son candidatos a implante coclear, que se realiza a partir de los 9-12 meses de edad. Esa sería la edad mínima. A partir de esa edad, cualquier paciente con pérdida auditiva severa es candidato a implante coclear", aclara la doctora.
Es más, justifica que en aquellos menores, una vez diagnosticada la pérdida de audición severa, es importante su colocación cuanto antes puesto que la vía auditiva nerviosa para desarrollarse tiene que recibir estímulos sonoros, y en un niño que no oye, si esa vía auditiva no recibe sonidos, no se va a desarrollar, y sin audición no se puede desarrollar lenguaje. "El desarrollo de esa vía auditiva se realiza durante los primeros cuatro años de vida", advierte esta doctora.
CÓMO SE COLOCAN
Así, esta facultativa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Fuenlabrada indica que la cirugía se realiza en quirófano, bajo anestesia general: "Realizamos una incisión detrás de la oreja, y abrimos las cavidades de hueso para llegar a la entrada de la cóclea. Ahí introducimos la guía de electrodos y realizamos un lecho en el hueso craneal para alojar el receptor estimulador. A continuación, cerramos esa incisión y colocamos un vendaje que se mantiene durante 24 horas. El paciente queda ingresado 24-48 horas".
Posteriormente, la doctora señala que el paciente sale de quirófano con el implante apagado, y se procede a su activación en la consulta un mes después de la cirugía, cuando ya se ha producido la cicatrización. "El paciente debe acudir a la consulta de otorrinolaringología cada mes durante los primeros 3 meses, y luego trimestralmente, para realizar aquellos ajustes de programación en el implante que sean necesarios y que realiza el técnico de la casa comercial del implante", resalta.
Igualmente, la doctora García Peces mantiene que es necesario que el paciente acuda a rehabilitación logopédica habitualmente 2 veces a la semana durante un año para aprender a reconocer lo que está oyendo (que es un poco diferente a lo que oímos las personas con audición normal).
Eso sí, hay casos en los que, a pesar de que se haya procedido a la implantación de un implante coclear, los pacientes siguen sin oír correctamente. Preguntamos a esta doctora por estos casos y responde que la cóclea es una parte del oído interno que realiza una función muy compleja, encargada de transformar una onda mecánica en un impulso eléctrico en distintas frecuencias en un rango entre 20-20000 hz; mientras que un implante coclear es un dispositivo muy avanzado técnicamente, pero que no reproduce con exactitud la función de la cóclea.
"Esto conlleva que el sonido percibido con un implante coclear sea diferente a la audición normal y, por este motivo, es preciso realizar una rehabilitación logopédica para saber interpretar los sonidos percibidos", concluye la doctora Victoria García Peces, facultativa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Fuenlabrada.