MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) de Estados Unidos pueden haber encontrado una forma más precisa de debilitar el sistema inmunológico. En concreto, en un nuevo trabajo publicado en 'Science' explican como las células inmunes diseñadas para calmar podrían mejorar el tratamiento de los trasplantes de órganos, la diabetes tipo 1 y otras enfermedades autoinmunes.
Cabe tener en cuenta que cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada y empieza a atacar al cuerpo, la única opción puede ser apagar todo el sistema y correr el riesgo de desarrollar infecciones o cáncer. Sin embargo, esta nueva tecnología utiliza células T modificadas genéticamente que actúan como "árbitros" inmunitarios para calmar las respuestas inmunitarias exageradas. También pueden eliminar las moléculas inflamatorias.
El nuevo método podría utilizarse para evitar que el organismo rechace los órganos y tejidos trasplantados, como las células de los islotes pancreáticos, que a veces se utilizan para tratar la diabetes tipo 1. De esa manera, los receptores no necesitarían tomar medicamentos inmunosupresores agresivos.
"Esta tecnología puede restablecer el equilibrio del sistema inmunológico", declara Wendell Lim, profesor de farmacología celular y molecular de la UCSF y coautor principal del artículo. "La vemos como una plataforma potencial para abordar todo tipo de disfunción inmunológica", afirma.
Lim y su equipo se inspiraron en las células "supresoras", que son los frenos naturales del sistema inmunitario. Querían aprovechar el poder de estas células supresoras para moderar las respuestas inmunitarias, como la inflamación. Lamentablemente, las células supresoras no siempre pueden detener una respuesta inmunitaria peligrosa. En la diabetes tipo 1, por ejemplo, el sistema inmunitario destruye las células de los islotes pancreáticos, mientras que estas células supresoras se quedan de brazos cruzados.
El equipo adaptó las capacidades antiinflamatorias de las células supresoras para que funcionaran en las células inmunitarias CD4, las mismas células que se utilizan para fabricar las células CAR T que destruyen el cáncer. También les dieron a estas células un sensor molecular para guiarlas hasta el tejido objetivo en el cuerpo.
De esta forma, los científicos adaptaron un lote de árbitros inmunes para buscar células de los islotes pancreáticos humanos y luego producir TGF-Beta y CD25, moléculas que pueden amordazar a las células T asesinas. Así, introdujeron las células árbitro diseñadas en ratones que habían recibido un trasplante de células de islotes humanos, modelando el tratamiento para la diabetes tipo 1. Las células árbitro encontraron las células de los islotes vulnerables y evitaron que las células T asesinas las atacaran, y las células de los islotes sobrevivieron.
"Sería un cambio de vida para las personas con diabetes tipo 1 si pudieran obtener nuevas células de islotes sin necesidad de tomar inmunosupresores y dejar de tener que tomar insulina todos los días", agrega Audrey Parent, profesora asociada en el Centro de Diabetes de la UCSF y coautora principal del artículo.
Lim imagina un futuro en el que los pacientes con trasplantes de órganos o aquellos con enfermedades autoinmunes reciban terapias que sólo traten las regiones específicas del cuerpo donde el sistema inmunológico funciona mal. Esto podría prevenir los efectos secundarios significativos de los inmunosupresores generales, así como las infecciones y cánceres que surgen cuando el sistema inmunológico se desactiva por completo. La nueva tecnología también podría utilizarse para perfeccionar las terapias con células CAR T para el cáncer, de modo que estas células CAR T solo ataquen tumores y no tejido sano.