MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Perelman School of Medicine de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) ha determinado que las células madre adultas de la grasa son más estables de lo que se pensaba y, por tanto, podrían resultar beneficiosas como parte de los tratamientos antienvejecimiento.
En su trabajo, publicado en la revista 'Stem Cells', vieron que estas células son más estables que otras como los fibroblastos de la piel, tras haber desarrollado un nuevo modelo para estudiar su envejecimiento cronológico, lo que permite conocer el ciclo de vida natural de las células.
Con el fin de preservar las células en su estado natural, los investigadores desarrollaron un sistema para almacenarlas sin manipular y vieron que las células madre obtenidas directamente de la grasa humana, las llamadas células del tejido adiposo, pueden hacer más proteínas de lo que se pensaba originalmente.
Esto les da la capacidad de replicarse y mantener su estabilidad, un hallazgo que además se cumplía en las células de pacientes de todas las edades.
"Nuestro estudio muestra que estas células son muy robustas, incluso cuando se recogen de pacientes mayores", ha reconocido Ivona Percec, principal autora del estudio, que destaca el potencial de unas células que "requieren una manipulación y mantenimiento mínimos".
Las células madre se utilizan actualmente en una variedad de tratamientos antienvejecimiento y se obtienen de gran variedad de tejidos. Pero el equipo de Percec encontró específicamente que las células del tejido adiposo presentan una estabilidad adicional que "podría abrir la puerta a nuevas terapias para la prevención y tratamiento de enfermedades relacionadas con el envejecimiento".
"A diferencia de otras células madre humanas adultas, la tasa a la que éstas se multipliquen no varía con la edad, por lo que podrían ser mucho más estables y útiles a medida que continuamos estudiando el envejecimiento natural", según este experto.
El siguiente paso es estudiar cómo la cromatina está regulada en estas células para saber el papel que juega el ADN de alrededor de las proteínas de dentro de estas células y cómo afecta al envejecimiento.