Un cementerio italiano, clave para conocer el cólera

Bacteria del cólera vista microscópicamente.
Foto: GRAHAM KNOTT & MELANIE BLOKESCHEPFL
Actualizado: lunes, 16 febrero 2015 18:21

MADRID, 16 Feb. (INFOSALUS) -

   A lo largo del siglo XIX, el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio original en el delta del Ganges, en la India. Desde entonces seis pandemias en sucesión mataron a millones de personas en todos los continentes. La actual pandemia (la séptima) comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en 1971 y a América en 1991. En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.

   Aunque es una enfermedad que ahora se puede tratar fácilmente, lo cierto es que sigue causando grandes estragos ya que se calcula que cada año se producen entre 3 millones y 5 millones de casos y entre 100.000 y 120.000 defunciones.

   Conocer su evolución supondría mejorar su control, al menos eso es lo que ha pensado un equipo de arqueólogos y otros investigadores que esperan que un antiguo cementerio en Italia pueda dar pistas sobre la bacteria mortal que causa el cólera.

   Estos investigadores están excavando en el cementerio que rodea la abandonada iglesia Badia Pozzeveri en la región Toscana de Italia. El sitio contiene víctimas de la epidemia de cólera que se extendió por el mundo en la década de 1850, explica Clark Spencer Larsen, profesor de Antropología en la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, y uno de los líderes del equipo de excavación.

   Los arqueólogos y sus estudiantes han pasado los últimos cuatro veranos excavando cuidadosamente restos en una sección especial del cementerio utilizada para las víctimas del cólera. Encontrar rastros del patógeno que causa el cólera entre los restos humanos podría revelar detalles sobre cómo vivían las personas afectadas y cómo murieron en esta región de Europa.

   "Hasta donde sabemos, se trata de los restos mejor conservados de las víctimas del cólera de este periodo de tiempo. Estamos muy entusiasmados con lo que podamos ser capaces de aprender", subraya Larsen, quién expondrá el proyecto este domingo en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), que se celebra en San José, California, Estados Unidos.

   Los cuerpos de las víctimas del cólera fueron apresuradamente enterrados y cubiertos de cal, que se endureció alrededor de los cuerpos. Los investigadores sospechan que los residentes estaban tratando de evitar que la enfermedad se propagara. "Pero el revestimiento de cal es bastante sorprendente para la conservación del hueso también", apunta Larsen.

   No se conservaron sólo los huesos, sino que la cal encerró tierra alrededor de los cuerpos que contiene el ADN antiguo de bacterias y otros organismos que vivieron en los seres humanos enterrados allí. Uno de los colegas de Larsen, Hendrik Poinar, profesor de la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá, es un experto en ADN antiguo y está analizando las muestras de suelo para el ADN del cólera 'Virbrio', la bacteria que causa el cólera.

   "Si encontramos el ADN, podremos ver cómo ha evolucionado el cólera y compararlo con cómo es hoy la bacteria. Ése es posiblemente el primer paso para encontrar una cura", entiende este experto.

4 AÑOS TRAS EL CÓLERA

   El sitio ofrece mucho más que información sobre la epidemia del cólera. Un monasterio fue fundado en el sitio en 1056 y después de su abandono en 1408, una iglesia permaneció hasta hace unos 50 años. Por ello, varios cementerios diferentes de distintos periodos de tiempo rodean las ruinas.

   "Tenemos una ventana de mil años en la salud de este pueblo -aplaude Larsen--. Es un microcosmos de lo que estaba pasando en Italia y en toda Europa durante este periodo de tiempo".

   Incluidas en los cementerios están personas que murieron de la pandemia de la Peste Negroa que asoló Europa entre 1346 y 1353. Muchos otros murieron de causas menos dramáticas, pero siguen siendo de gran interés para los investigadores.

   El proyecto comenzó en 2010, cuando la comunidad local, el estado de Ohio y la Universidad de Pisa se unieron para estudiar el sitio. Se han excavado entre 20 y 30 esqueletos durante cada una de las cuatro últimas temporadas de trabajo de campo.

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