MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio piloto de la Unión Europea con participación española ha demostrado que adelantar la hora de la cena y el descanso de los niños y adolescentes reduce el porcentaje de somnolencia diurna y mejora su rendimiento académico, según ha informado la Sociedad Española del Sueño (SES).
Durante un encuentro organizado este jueves por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe) se presentaron datos de este proyecto que durante los dos últimos años se ha llevado a cabo en Italia, Turquía y España.
Con el objetivo de mejorar las condiciones del sueño y racionalizar sus horarios personales y educativos, este proyecto ha involucrado a más de 4.000 jóvenes de entre 3 y 18 años, que en el caso español se han concentrado en la ciudad de Silla (Valencia), y ha contado con el apoyo de las administraciones y agentes de esta comunidad.
El trabajo se ha basado en modificar los horarios de este grupo de población, haciéndolo más racional siguiendo criterios cronobiológicos, así como eliminando también el uso de tabletas o móviles en sus habitaciones, provocando que se realicen cenas pronto en familia o que se desplacen al centro educativo andando.
Gracias a estas variaciones, el porcentaje de alumnos con somnolencia diurna en los centros docentes bajó del 29,1 al 15,7 por ciento. Asimismo, su rendimiento académico ha aumentado en un punto de media. Si al principio del estudio el 63 por ciento de los jóvenes analizados superaba el corte que establecía y constataba que tenían problemas de sueño, tras los dos años aplicando las variaciones antes citadas, el porcentaje bajó al 41 por ciento.
El coordinador de la Unidad del Sueño y de la Unidad de Pediatría en el Hospital Quironsalud Valencia, Gonzalo Pin, ha reconocido que adelantar la hora del descanso "es posible y no tan descabellado" y, a cambio, los niños van a ganar hasta un 10 por ciento de sueño al día.
"En mi opinión se pueden hacer y lograr cosas sin necesidad de gastar dinero o destinar muchos recursos. En primer lugar es imprescindible respetar los ritmos lógicos y los datos científicos que tenemos de la cronobiología y la cronosociología. Y luego es necesaria la involucración de las administraciones públicas y los agentes sociales", ha defendido.
Además, ha recordado que actualmente el 25 por ciento de la población española tiene alterados los ritmos circadianos, el "reloj" interno que controla el ritmo de sueño y vigilia.
Junto a la conciliación laboral, familiar, de ocio o personal y el descanso, también influyen otros elementos ambientales tales como la incidencia de la luz, la temperatura, la actividad física o el horario de las comidas.