El "centro de control del apetito" del cerebro es diferente en las personas con sobrepeso u obesidad

Archivo - Hombre obeso oliendo un bollo
Archivo - Hombre obeso oliendo un bollo - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / YAROSLAV ASTAKHOV
Publicado: martes, 8 agosto 2023 7:54

MADRID 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han demostrado que el hipotálamo, una región clave del cerebro implicada en el control del apetito, es diferente en los cerebros de las personas con sobrepeso y las personas con obesidad en comparación con las personas que tienen un peso saludable.

Los investigadores afirman que sus hallazgos, publicados en la revista 'NeuroImage Clinical', añaden más pruebas a la relevancia de la estructura cerebral en el peso y el consumo de alimentos.

La obesidad aumenta el riesgo de padecer una serie de problemas de salud, como diabetes de tipo 2, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, cáncer y problemas de salud mental.

Un gran número de factores influyen en cuánto comemos y en los tipos de alimentos que ingerimos, entre ellos nuestra genética, la regulación hormonal y el entorno en el que vivimos. Lo que ocurre en nuestro cerebro para indicarnos que tenemos hambre o estamos saciados no está del todo claro, aunque los estudios han demostrado que el hipotálamo, una pequeña región del cerebro del tamaño de una almendra, desempeña un papel importante.

La doctora Stephanie Brown, del Departamento de Psiquiatría y del Lucy Cavendish College de la Universidad de Cambridge, señala que, "aunque sabemos que el hipotálamo es importante para determinar cuánto comemos, en realidad tenemos muy poca información directa sobre esta región cerebral en los seres humanos vivos. Esto se debe a que es muy pequeña y difícil de distinguir en las resonancias magnéticas cerebrales tradicionales".

La mayoría de las pruebas del papel del hipotálamo en la regulación del apetito proceden de estudios con animales. Éstos demuestran que en el hipotálamo existen complejas vías de interacción, con diferentes poblaciones celulares que actúan conjuntamente para indicarnos cuándo tenemos hambre o estamos saciados.

Para evitarlo, la doctora Brown y sus colegas utilizaron un algoritmo de aprendizaje automático para analizar las resonancias magnéticas cerebrales de 1.351 adultos jóvenes con distintos IMC, buscando diferencias en el hipotálamo al comparar individuos con bajo peso, peso saludable, sobrepeso y obesidad.

El equipo descubrió que el volumen global del hipotálamo era significativamente mayor en los grupos de adultos jóvenes con sobrepeso y obesidad. De hecho, el equipo halló una relación significativa entre el volumen del hipotálamo y el índice de masa corporal (IMC).

Estas diferencias de volumen eran más evidentes en las subregiones del hipotálamo que controlan el apetito mediante la liberación de hormonas para equilibrar el hambre y la saciedad.

Aunque no está claro el significado exacto del hallazgo --incluido si los cambios estructurales son una causa o una consecuencia de los cambios en el peso corporal--, una posibilidad es que el cambio esté relacionado con la inflamación.

Estudios anteriores en animales han demostrado que una dieta rica en grasas puede causar inflamación del hipotálamo, lo que a su vez provoca resistencia a la insulina y obesidad. En ratones, bastan tres días de dieta rica en grasas para provocar esta inflamación.

Otros estudios han demostrado que esta inflamación puede elevar el umbral de saciedad de los animales, es decir, que tienen que comer más de lo habitual para sentirse saciados.

La doctora Brown, primera autora del estudio, apunta que, "si lo que observamos en los ratones es el caso de las personas, una dieta rica en grasas podría desencadenar la inflamación de nuestro centro de control del apetito. Con el tiempo --añade--, esto modificaría nuestra capacidad para saber cuándo hemos comido suficiente y el modo en que nuestro organismo procesa el azúcar en sangre, lo que nos llevaría a engordar".

Según el equipo, la inflamación podría explicar por qué el hipotálamo es más grande en estas personas. Una sugerencia es que el cuerpo reacciona a la inflamación aumentando el tamaño de las células inmunitarias especializadas del cerebro, conocidas como glía.

El profesor Paul Fletcher, autor principal del estudio, del Departamento de Psiquiatría y del Clare College de Cambridge, afirma que "las dos últimas décadas nos han proporcionado importantes conocimientos sobre el control del apetito y su posible alteración en la obesidad".

"Nuestra esperanza es que, con este nuevo enfoque del análisis de los escáneres cerebrales en grandes conjuntos de datos, podamos ampliar este trabajo a los seres humanos y, en última instancia, relacionar estos sutiles hallazgos estructurales cerebrales con los cambios en el apetito y la alimentación y generar una comprensión más completa de la obesidad", añade.

El equipo afirma que es necesario seguir investigando para confirmar si el aumento del volumen del hipotálamo es consecuencia del sobrepeso o si las personas con hipotálamos más grandes están predispuestas a comer más. También es posible que estos dos factores interactúen entre sí provocando un bucle de retroalimentación.