MADRID 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cerca del 80 por ciento de los españoles (79,5%) mayores de 18 años padece algún defecto visual, según se desprende del 'Estudio de la Visión en España 2020', realizado por Clínica Baviera con motivo del Día Mundial de la Visión, y en el que se han entrevistado a 2.000 personas mayores de 18 años.
Según este análisis, entre las personas que presentan algún problema visual, no existen diferencias significativas por sexo, ya que el 81 por ciento de las mujeres y el 78 por ciento de los hombres padecen un defecto visual. Asimismo, en la franja de 18 a 34 años el porcentaje de afectados es del 67 por ciento, en la de 35 a 54 años del 74 por ciento y, a partir de los 55 años, se eleva hasta un 95 por ciento.
Extremadura, la comunidad autónoma con menor prevalencia de problemas de visión Por comunidades, Aragón (84,8%), País Vasco (84,7%) y Canarias (84,7%) son las regiones con mayor prevalencia de problemas visuales. La cifra más baja la registra Extremadura con un 74,2 por ciento, aunque los datos son bastante equiparados en España, ya que todas las áreas geográficas registran una tasa por encima del 70 por ciento de personas afectadas.
Asimismo, el estudio ha evidenciado que la presbicia o vista cansada es el problema visual más común entre los españoles con un 41,9 por ciento de afectados. En concreto, la presbicia está directamente relacionada con la edad y suele comenzar a aparecer a partir de los 40 años, de hecho un 61,3 por ciento de los entrevistados de más de 40 años la padece. Su prevalencia va aumentando según cumplimos años, afectando al 21 por ciento de las personas entre los 40 y los 44 años y a más del 70 por ciento de los mayores de 55.
La miopía se sitúa en el segundo puesto de la clasificación de los trastornos visuales más comunes con 39,1 por ciento de personas afectadas. Sobre todo, se registra en jóvenes de 18 a 24 años (52%) y los afectados tienen de media 2 dioptrías.
En tercer lugar se encuentra el astigmatismo, desarrollado por un 38,9 por ciento de los participantes en el estudio y cuya prevalencia se manifiesta de forma más habitual en personas de 18 a 24 años. En este caso, la media de dioptrías se sitúa en 1. Además, mayoría de las personas con astigmatismo, un 93,4 por ciento, tiene también otro defecto visual.
Al mismo tiempo, existen otros problemas de la vista como la hipermetropía, las cataratas o las enfermedades de retina que, aunque tengan un índice de desarrollo menor entre la población, también son bastante frecuentes.
Alternativas con las que los españoles corrigen sus defectos visuales El informe también determina cuáles son las principales opciones utilizadas por la población española para corregir sus problemas relacionados con la vista.
En este sentido, casi 7 de cada diez personas (69,9%) recurre a las gafas, mientras que un 14,1 por ciento apuesta por las lentillas. Por otro lado, el 13,4 por ciento de los encuestados declaran que han decidido operarse para corregir su defecto visual. Siendo la operación de cirugía refractiva para la miopía la operación visual más frecuente, con un nivel de satisfacción de los pacientes intervenidos que alcanza el 91,5 por ciento.
LA IMPORTANCIA DE LAS REVISIONES
A través de los datos recopilados, la compañía también quiere recordar a la población la importancia que tiene visitar periódicamente al oftalmólogo para cuidar nuestra salud visual. Sobre este aspecto, el dato más llamativo es que un 14,4 por ciento de los encuestados ha indicado que no se revisa la vista nunca o casi nunca y un 20,3 por ciento lo hace cada tres años o más.
Esto quiere decir que cerca de un tercio de la población (34,7%) se revisa la vista con menos frecuencia de la recomendada. Sin embargo, un 65,3 por ciento de los entrevistados se revisa la vista de manera habitual, es decir, al menos una vez cada dos años, de los que un 39,4 por ciento aseguran hacerlo cada año y un 25,9 por ciento cada dos.
En cuanto a los lugares en los que puede realizarse una revisión, el 47,5 por ciento lo hace en una óptica y el 44,5 por ciento en un oftalmólogo. Con la edad, las visitas al oftalmólogo se anteponen a las de las ópticas, sobre todo a partir de los 55 años.