MADRID, 10 Nov. (EDIZIONES) -
La migraña es una enfermedad y el dolor de cabeza es un síntoma que aparece o que está presente en la migraña. Es bastante frecuente en nuestra sociedad. 4,5 millones de españoles la padecen, un 12% de la población, siendo más frecuente en mujeres. Los niños también pueden tener migraña, y hasta un 6-8% de menores la padecen.
Muchas personas piensan que la migraña tiene lugar cuando sucede el ataque o crisis, si bien la migraña es una enfermedad constante, y los ataques son una manifestación de esta condición, según precisa en una entrevista con Infosalus la neuróloga Patricia Pozo Rosich, jefa de sección del servicio de Neurología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. "Por definición, cuando se tienen 5 ataques en su vida se le considera una persona con migraña", puntualiza.
La también directora del Migraine Adaptive Brain Center del citado centro hospitalario y secretaria honoraria de la Sociedad Internacional de Cefalea, recuerda que lo que distingue a una migraña de un dolor de cabeza es que este último es un síntoma que aparece o que está presente en la migraña.
"Es algo más que un dolor de cabeza porque es una enfermedad que se presenta de forma episódica y recurrente, es decir, tendrás tendencia a tener dolor de cabeza y otros síntomas asociados, con episodios de duración de 4 a 72 horas. En estos suele asociarse el dolor de cabeza con otros síntomas que se pueden presentar como el aura, que aparece en un 30% de pacientes, o bien la fotofobia, la sonofobia, y las náuseas y vómitos, entre otros", detalla.
Insiste en que es una enfermedad o condición y que además puede afectar a lo largo de toda la vida. Apunta también esta experta en migraña que el tipo de síntomas pueden cambiar a lo largo de la vida de los pacientes, al mismo tiempo que ser diferentes en un niño, que en un adulto o en un anciano.
Uno de los mitos que esta doctora quiere desmentir respecto a la migraña es que siempre mejora con la menopausia, cuando no siempre es así, según especifica. La migraña suele debutar en la adolescencia, según prosigue, aunque también puede hacerlo en la infancia.
"Hay ciertos factores que desencadenan ataques. Para que la persona entienda por qué le ocurren tienen que entender qué significa esto de tener migraña porque la enfermedad condiciona una funcionalidad diferente de su cerebro o de su cuerpo. Una migraña no es el ataque, la migraña es una enfermedad que identificas y le pones nombre cuando empiezas a tener ataques", subraya.
EL PAPEL DE LA GENÉTICA
Así, esta neuróloga resalta que el factor que predispone a tener la enfermedad es la genética: "Esta enfermedad genéticamente es neurovascular. Esto significa que las personas con esta tendencia tienen un funcionamiento del cerebro y de las arterias que es un poco diferente al resto. La información que tenemos a día de hoy nos da pistas que apuntan a que estas personas tienen un cerebro hiperexcitable, más sensible, además de que está más atento porque le falta inhibición, es decir, le cuesta parar los diferentes procesos".
Este tipo de cerebros se manifiestan con conductas, con comportamientos en el día a día, que varían según la persona. Pone el ejemplo de personas que son más sensibles a determinados estímulos como la luz o a algunos olores en su día a día, y de continuo necesiten llevar gafas de sol antes que a otras personas, por ejemplo, e independientemente de que en el momento de una crisis de migraña presenten fotofobia.
FACTORES PRECIPITANTES EN LA MIGRAÑA
No hay una lista de factores que desencadenen una crisis de migraña en concreto, afirma esta doctora. "No se puede decir que comer chocolate dé dolor de cabeza. Tenemos diferentes interruptores que pueden desestabilizar el sistema (o cerebro) y esto puede generar ataques. Estos puntos de desestabilización pueden confluir en un momento dado, que te dé un ataque por una cosa concreta, o bien por varios motivos. Aparte, es que no se pueden hacer listados iguales para todo el mundo", advierte.
Ahora bien, sí destaca que hay tres conceptos que suelen darse en las personas que sufren un ataque de migraña. En primer lugar, habla del cansancio, del estrés (psicológico, físico, o los dos). "Todo fruto de un esfuerzo exagerado que luego tiene un coste, el estar cansada después de ese estrés. Cuando se gasta sobre su límite y no repone energía, para descansar tiene un ataque de migraña. Esta es la forma que tienen este tipo de cerebros a la hora de descansar, aunque parezca mentira. A muchas personas, aunque les duela la cabeza, durante la crisis no pueden oír, o no pueden ver la luz, por ejemplo. Esa es la forma del cerebro de descansar", apostilla.
El siguiente factor común son las alteraciones del sistema vascular, y recuerda que la migraña es una enfermedad neurovascular; de forma que si se altera algún 'ingrediente importante' de ese sistema se puede desencadenar un ataque de migraña.
EL PAPEL DE LAS HORMONAS Y DE LA ALIMENTACIÓN
A su vez, menciona el papel de las hormonas como desencadenante de los ataques de migraña: "Esto pasa más en las mujeres, que tienen cambios hormonales todos los meses, y un balance de estrógenos diferente. Estos cambios hormonales influyen en estas dos otras cosas que antes hemos comentado, tocan nuestro cansancio y nuestra vasorreactividad, aunque aún falta por entender el vínculo directo".
En cuanto a la alimentación, la experta del Vall d'Hebron llama la atención sobre el consumo de cafeína y de teína, así como de alcohol, que en exceso sí pueden favorecer un ataque de migraña. Igualmente, avisa de que una dieta rica en azúcares te puede sobreexcitar, en consecuencia, provocar cansancio, y facilitar ese ataque.
"Hoy en día tenemos información que los ataques empiezan 24-48 horas antes de la aparición del dolor. Esto significa que puedes tener síntomas de los que no eres consciente y que puedes notar hambre, cansancio, te empieza a avisar el sistema y compensas. Son simplemente reacciones a síntomas que están pasando y se está preparando el sistema para un ataque", resalta esta neuróloga.
Los cambios de tiempo afectan un poco, reconoce esta especialista del Vall d'Hebron, de forma que, según indica, probablemente las condiciones climatológicas están cambiando el día en el que te duele la cabeza. "Algo afecta, pero más si ya estás cansada. Es como un elemento más dentro de la ecuación", asegura.
Sostiene igualmente que hay ciertos cambios de presión atmosférica que pueden afectar, pero en el caso de temas ambientales necesitamos que haya un gran cambio atmosférico o que estés medio preparándote para el ataque y se dé esto.
Con ello, remarca que para que se desencadene un ataque de migraña afectan más los cambios internos que los externos: "Una luz intensa o un olor muy fuerte puede desencadenar en personas predispuestas un ataque de migraña también; aunque tiene que llover sobre terreno mojado, es decir, estar ya inmenso en ese ataque, o estar predispuesto a ello, y que se den esos factores".
CUÁNDO DEBEMOS CONSULTAR EN UN ESPECIALISTA POR MIGRAÑA
Esta experta considera que siempre que se sospeche de migraña se debe consultar con un especialista, al menos para despejar dudas y contar con el consejo médico, que muchas veces guía sobre cómo actuar frente a un ataque de migraña, y recuerda Pozo-Rosich la página puesta en marcha, con el aval de la Sociedad Española de Neurología, www.midolordecabeza.org.
Después, se muestra convencida de que en muchas ocasiones se consulta por la migraña y los facultativos no le hacen caso, o en muchos casos no le dan tratamiento adecuado. Dice que hay que tener claro que no es normal tener migraña, sufrirla en silencio, y que de no tratarse correctamente estas pueden empeorar en frecuencia.
"No es normal que le duela a una persona la cabeza 15 días al mes. Hay que intentar tratarlo lo antes posible. Hay tratamientos para el dolor en sí, pero también para prevenir estos episodios. Todos los pacientes con migraña deberían seguir un tratamiento, algunos de ellos toda su vida. Estos son eficaces y seguros", concluye la neuróloga Patricia Pozo Rosich.