Ciara Molina, psicóloga: "Todos tenemos heridas emocionales sin resolver"

Archivo - Young adult woman with depression sitting at home alone and looking at engagement ring - JULPO/ ISTOCK - ARCHIVO

   MADRID, 14 (EDIZIONES)

   Las heridas emocionales son peligrosas para nuestra salud mental. Son como una huella o una interpretación que hacemos de situaciones que nos han producido mucho dolor, y que, mantenidas en el tiempo, nos generan sufrimiento. Además, sobre ellas formamos nuestras creencias, y acciones del día a día, nuestros comportamientos, y si no se trabajan esto nos puede llevar hacia sistemas más ansiosos primero, y después depresivos.

   Así nos lo explica en una entrevista con Europa Press Infosalus Ciara Molina, que es psicóloga y escritora especializada en crecimiento y gestión emocional, y que acaba de publicar con Kitaeru 'Amar sin cicatrices'.

   Lamenta que son frecuentes en nuestra sociedad actual porque no nos han educado emocionalmente, siendo las heridas emocionales del rechazo y del abandono las más frecuentes.

   "Todos tenemos una herida emocional sin resolver. Suelen ser las más frecuentes las del abandono y el rechazo en nuestra sociedad, todo en función de las relaciones sociales que tenemos. Todos sabemos lo que es sentirnos abandonados o rechazados y entonces llamamos herida cuando pasada la situación, y el duelo normal o natural, sigues anclada a ese dolor y no lo transciende, algo que acaba convirtiéndose en un sufrimiento. Todo depende de cómo lo gestiones", mantiene.

EL ORIGEN DE LAS HERIDAS EMOCIONALES

   Con ello, Ciara Molina nos detalla cuál es el origen de las diferentes heridas emocionales que ella clasifica:

   1. La herida del rechazo la activa el sentimiento de vacío interno, sientes que no tienes derecho a existir; su origen siempre es el temor al pánico, un sentimiento.

   2. En la herida del abandono, dice que el origen o activo es la percepción de falta de amor o de cariño y atención; tiene un componente ansioso; y el mayor temor es a la soledad, al abandono.

   3. En la herida emocional de humillación su activación es que quien te ama se avergüenza de ti o temes que lo haga; siendo el mayor temor la libertad; y suele generar un comportamiento evitativo, desorganizado, y ansioso en ocasiones.

   4. En la herida emocional de la traición, se sitúan la separación y el repudio, y puede pueden surgir ante la desconfianza de una persona que consideras desleal o infiel hacia ti, sobre todo en el plano amoroso o sexual; además del desarrollo de comportamientos a veces ansiosos y evitativos.

   5. En cuanto a la herida emocional de la injusticia, el origen es sentir la falta de afecto por parte de personas queridas y como respuesta se levantan barreras emocionales esforzándose en mejorar el desempeño y aspirando a ser impecable, de forma que levantas como una barrera, eres perfeccionista; y su componente es desorganizado y sobre todo ansioso; y se trata de personas que temen a la frialdad del otro.

¿PODEMOS VIVIR EN EL DÍA A DÍA CON ELLAS?

   Por último, preguntamos a esta psicóloga si necesitamos curar estas heridas emocionales, o "cicatrizarlas" como ella prefiere: "Hay que poner atención en cómo yo miro a esa cicatriz; hay que ser consciente de que he superado determinada situación pero ésta me recuerda a todo el proceso de aprendizaje; tener en cuenta que un dolor se convierte en un conocimiento interior que te lleva a un bienestar".

   En este punto defiende que habría que hacer cada uno un trabajo de autoconocimiento, 'qué pienso', y revisar hábitos, creencias, y todo lo relacionado con la identidad de la persona, que nos cuesta tanto responder.

"Es necesario trabajarla para alinear los valores que necesitamos para nuestro bienestar emocional, que es una actitud positiva ante la vida, asumiendo los momentos malos a la vez", remarca Ciara Molina.