MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han confirmado la presencia por primera vez en la Antártida del virus de la Gripe Aviar Altamente Patogénica a través de dos muestras de págalos muertos, hallazgo que permitirá "estar preparados" para evitar la transmisión de la infección por medios humanos y, sobre todo, evitar el contagio de las personas.
Lo ha anunciado en un comunicado este domingo el Ministerio de Ciencia, cartera de la que pende el Centro cienfíco que ha colaborado con las organizaciones internacionales antártidas Scientific Committee for Antarctic Research (SCAR) y Council of Managers of National Antarctic Programs (COMNAP).
En concreto, el virus se ha encontrado en dos muestras de skuas (págalos) muertas, que fueron halladas por científicos argentinos en las proximidades de la base antártica argentina 'Primavera'.
Según detalla el Ministerio, las muestras se obtuvieron usando "las máximas medidas de protección para evitar la transmisión del virus a las personas. Una vez tomadas las muestras, los virus presentes en ellas se inactivaron inmediatamente para permitir su estudio de forma segura".
Los análisis, que consistieron en PCRs específicas para el virus de la gripe y el subtipo H5, han demostrado "de manera concluyente" que las aves estaban infectadas con el subtipo H5 de gripe aviar y al menos una de las aves muertas contenía el virus altamente patogénico de la gripe aviar.
Este descubrimiento demuestra por primera vez, según resalta el comunicado, que el virus de la Gripe Aviar Altamente Patogénica ha llegado a la Antártida a pesar de la distancia y barreras naturales que la separan de otros continentes. Este hallazgo podría explicar, además, las mortandades de aves registradas durante el verano antártico.
Pese a que se habían comunicado mortandades importantes de algunas aves en el territorio antártico, ningún país había demostrado la presencia de dicho virus en territorio antártico.
España puso en marcha el protocolo frente a la gripe aviar altamente patogénica en la Antártida en el mes de noviembre, antes del comienzo de la campaña.