MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una investigación del Centro Geoffrey Jefferson de Investigación Cerebral de la Universidad de Manchester (Reino Unido) ha descubierto una posible vía para desarrollar los primeros tratamientos farmacológicos de la demencia vascular, dirigidos directamente a una de las causas de la enfermedad.
La investigación, financiada por la Fundación Británica del Corazón y publicada en la revista científica 'Proceedings of the National Academy of Sciences', ha arrojado luz sobre el modo en que la hipertensión provoca cambios en las arterias del cerebro, un proceso que conduce a esta devastadora enfermedad.
La hipertensión es una de las principales causas de la demencia vascular, que se caracteriza por un flujo sanguíneo deficiente al cerebro. La reducción del riego sanguíneo priva a las células cerebrales de nutrientes y, con el tiempo, se dañan y mueren. Los síntomas de la demencia vascular incluyen pérdida de energía, falta de concentración y mala memoria.
Es normal que las arterias del cerebro se estrechen y ensanchen en respuesta a los cambios de presión arterial. Sin embargo, la hipertensión constante hace que las arterias se estrechen y limiten el riego sanguíneo cerebral. Hasta ahora no se sabía cómo.
El estudio revela que, en ratones, la hipertensión altera la mensajería dentro de las células arteriales del cerebro. Descubrieron que esto ocurre cuando dos estructuras celulares, que normalmente ayudan a transmitir los mensajes que indican a las arterias que se dilaten, se alejan. Esto impide que los mensajes lleguen a su destino, lo que provoca que las arterias permanezcan permanentemente constreñidas, limitando el flujo sanguíneo al cerebro.
Al identificar fármacos capaces de restablecer esta comunicación, los investigadores esperan poder mejorar pronto el riego sanguíneo de las zonas afectadas del cerebro y ralentizar la progresión de la demencia vascular.
Aunque los hallazgos aún no se han confirmado en humanos, los procesos de estrechamiento y ensanchamiento de los vasos sanguíneos son muy similares en ratones y humanos. Los investigadores investigan ahora fármacos que puedan restablecer esta señalización, lo que esperan que en el futuro conduzca a estudios en seres humanos destinados a restablecer el flujo sanguíneo cerebral sano en la demencia vascular.
"Al descubrir cómo la hipertensión hace que las arterias del cerebro permanezcan constreñidas, nuestra investigación revela una nueva vía para el descubrimiento de fármacos que podría ayudar a encontrar el primer tratamiento para la demencia vascular. Permitir que la sangre retorne con normalidad a las zonas dañadas del cerebro será crucial para frenar en seco esta enfermedad devastadora", ha explicado Adam Greenstein, científico clínico especializado en hipertensión arterial de la Universidad de Manchester y uno de los líderes de la investigación.
Cualquier fármaco que se descubra para mejorar el riego sanguíneo cerebral podría abrir también una nueva línea de ataque en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, que causa daños en los vasos sanguíneos muy similares a los de la demencia vascular. Los fármacos para restablecer un flujo sanguíneo sano podrían hacer más eficaces los tratamientos actuales, que se centran en eliminar las dañinas placas amiloides del cerebro.