MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Fraunhofer de Ingeniería Interfacial y Biotecnología IGB (Alemania) han conseguido modificar genéticamente el virus del herpes simple tipo 1, que provoca el doloroso herpes labial, de tal manera que en el futuro podrá utilizarse en la lucha contra el cáncer.
Los virus tienen una estructura sencilla: constan de una pequeña cantidad de material genético envuelto en proteínas y lípidos. Con un tamaño de entre 20 y 200 nanómetros, sólo pueden detectarse con un microscopio electrónico.
Sin embargo, su capacidad para secuestrar células vivas y explotarlas para su multiplicación es lo que hace únicos a los virus. A menudo destruyen sus células huésped en el proceso, y es entonces cuando los animales y los seres humanos enferman.
El virus del herpes es conocido por las dolorosas y antiestéticas ampollas que provoca en los labios. Sin embargo, los virus del herpes también pueden inducir encefalitis, especialmente en personas con un sistema inmunitario debilitado.
Ahora, estos investigadores alemanes han conseguido desactivar los genes del virus que causan la enfermedad, haciéndolo así apto para el tratamiento. El material genético del virus del herpes consiste en ADN, no en ARN como en el caso del coronavirus SARS-CoV-2, por ejemplo.
"El genoma de ADN es mucho más grande que el de ARN, lo que significa que en él pueden caber numerosos genes adicionales. Así que cuando queremos reprogramar el virus, tenemos muchos genes a nuestra disposición", explica la líder del estudio, Susanne Bailer, que lleva 20 años investigando los virus del herpes.
Otra ventaja es que las tecnologías que pueden utilizarse para modificar genéticamente los virus del herpes ya existen. Impulsados por el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19, en los últimos años se han realizado importantes avances en este campo de investigación.
La vacuna de AstraZeneca se basa en los adenovirus, que causan resfriados en los chimpancés pero son inofensivos para los humanos. Los virus modificados transmiten la información necesaria para desarrollar los antígenos de la vacuna a las células humanas, momento en el que se forman los anticuerpos específicos del SARS-CoV-2. Bailer cree que el éxito de AstraZeneca ha reforzado la investigación sobre los virus modificados genéticamente y ha disipado en gran medida las preocupaciones anteriores.
Bailer y su equipo han conseguido mejorar los métodos de ingeniería genética utilizados para manipular los virus del herpes, lo que les permite incorporar un control de destino. "Esto garantiza que nuestros virus entren en las células cancerosas cuando los inyectamos directamente en el tumor, en lugar de en las sanas. Entonces se multiplican y hacen que las células estallen", detalla.
Este proceso libera marcadores tumorales que permiten al propio sistema inmunitario del organismo combatir el cáncer. "Además, activamos la respuesta inmunitaria con proteínas específicas que nuestros virus liberan cuando se reproducen. El sistema inmunitario reconoce entonces las células tumorales y las elimina", esgrime.
Bailer también espera utilizar este proceso para combatir las metástasis no detectadas fuera del lugar del tumor: "El sistema inmunitario es el arma más poderosa que tenemos para luchar contra el cáncer. Utilizando nuestro virus y los marcadores tumorales liberados, pretendemos estimular el sistema inmunitario de forma selectiva para que el cuerpo pueda tratarse básicamente a sí mismo".
PRIMEROS ÉXITOS EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE PULMÓN
El equipo de investigación realizó las primeras pruebas preclínicas diseñando un virus específicamente para su uso en el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico.
La tasa de mortalidad de este tipo de cáncer es elevada. Sólo el 22 por ciento de los pacientes femeninos y el 17 por ciento de los masculinos sobreviven a los cinco primeros años del diagnóstico de cáncer de pulmón, y el pronóstico es aún peor en el caso del carcinoma no microcítico debido a su temprana metástasis.
Los resultados de los estudios son prometedores: las células tumorales fueron eliminadas con éxito, y la inmunoterapia viral puede ser también eficaz contra las metástasis. "Tenemos que seguir explorando esto. Todavía es demasiado pronto para realizar ensayos clínicos. Sin embargo, las perspectivas a este respecto son buenas, porque el virus del herpes simple tiene otra ventaja decisiva sobre otros virus: podemos pulsar un "botón de parada de emergencia", resalta Bailer.
Sin embargo, habrá que realizar más estudios antes de poder utilizarlo en el ámbito clínico: "Tenemos que entender mejor los mecanismos de acción para liberar todo el potencial de la inmunoterapia viral. En cualquier caso, ahora hemos desarrollado una tecnología de plataforma viral que puede utilizarse para otros tipos de tumores en el futuro".