El citomegalovirus es la principal causa prevenible de pérdida auditiva congénita, según los expertos

Publicado: miércoles, 16 abril 2025 14:29

SAN SEBASTIÁN 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

El citomegalovirus es la principal causa prevenible de pérdida auditiva congénita y, aproximadamente, un 1% de las mujeres embarazadas sufren esta infección primaria y una de cada tres puede transmitir el virus al feto", según el ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián Santiago Novoa.

En un comunicado, Novoa ha estimado que "entre el 20 y el 25% de los casos de sordera congénita" tiene su origen en el citomegalovirus (CMV), "la infección congénita más común y una gran desconocida". "Se trata del virus que se transmite con mayor frecuencia de madres a fetos, y es la principal causa prevenible de pérdida auditiva congénita", ha advertido.

Según ha explicado, el citomegalovirus pertenece a la familia de los herpesvirus y está presente en la mayoría de la población. De hecho, muchas personas lo contraen a lo largo de su vida sin saberlo, ya que el virus suele permanecer inactivo y no causar síntomas relevantes en individuos sanos. El problema surge cuando una mujer embarazada lo contrae por primera vez -infección primaria- y se lo transmite al feto a través de la placenta.

"El mayor riesgo para el bebé ocurre cuando la madre adquiere el virus durante el primer trimestre del embarazo", ha indicado el experto, que ha apuntado que, aproximadamente, un 1% de las mujeres embarazadas sufren esta infección primaria.

Además, ha señalado que de ellas "una de cada tres puede transmitir el virus al feto". El ginecólogo ha añadido que, entre los bebés infectados, "uno de cada cinco desarrollará problemas de salud a corto o largo plazo".

El CMV se transmite por contacto directo con fluidos corporales y puede contagiarse fácilmente en entornos donde hay niños pequeños, como guarderías o el propio hogar. "Por eso, las embarazadas que ya tienen hijos pequeños o trabajan en entornos infantiles deben extremar las precauciones", ha indicado Novoa.

En adultos, la infección suele ser asintomática o muy leve, similar a una mononucleosis con fiebre, cansancio, dolor de garganta, sarpullido o inflamación de ganglios. Esto hace que muchas mujeres no sepan que lo han contraído, lo que aumenta el riesgo para el feto si no se detecta a tiempo.

En este sentido, ha señalado que los efectos del CMV congénito pueden ir desde la pérdida auditiva neurosensorial (aunque no presente síntomas en el nacimiento) hasta problemas de visión, retrasos en el desarrollo, parálisis cerebral, dificultades de aprendizaje e, incluso, en casos extremos, la muerte.

Aunque actualmente no se realiza un cribado sistemático del citomegalovirus en todas las embarazadas, Novoa ha señalado que "cada vez hay más evidencia de que un tratamiento precoz en embarazadas infectadas puede reducir la transmisión al feto y minimizar los daños".

El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre, y si se detecta la infección, se puede recurrir a pruebas como la amniocentesis, ecografías específicas o incluso resonancias magnéticas para valorar posibles daños. En caso necesario, se prescribe tratamiento antiviral con valaciclovir para disminuir el riesgo de transmisión o la gravedad de las secuelas en el bebé.

También ha indicado que "la prevención es fundamental" y "la principal medida para evitar el contagio del CMV es seguir unas pautas básicas de higiene, especialmente en mujeres embarazadas o que planean quedarse embarazadas".

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