La clave para dejar de fumar está en el tratamiento integrado: Descubre cómo funciona

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   MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Los fumadores que se someten a pruebas de detección de cáncer de pulmón pueden tener mejores posibilidades de dejar de fumar si reciben atención integrada, que incluye medicamentos y asesoramiento integral con especialistas en tratamiento del tabaquismo, según investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos).

   Los resultados del estudio, publicados en 'JAMA Internal Medicine', demostraron que la atención integrada superó a otros métodos para dejar de fumar, con una mejora de casi el doble en las probabilidades de dejar de fumar. En este ensayo clínico aleatorizado de 630 fumadores actuales que eran elegibles para la detección del cáncer de pulmón, más del 30% de los que recibieron atención integrada seguían absteniéndose de fumar después de seis meses.

    "Para quienes fuman, la detección del cáncer de pulmón representa una oportunidad fundamental para que los ayudemos a dejar de fumar", apunta el investigador principal, el doctor Paul Cinciripini, presidente de Ciencias del Comportamiento y director ejecutivo del Programa de Investigación y Tratamiento del Tabaco en MD Anderson.

   "Nuestro estudio demuestra que brindar acceso a medicamentos efectivos y especialistas capacitados para dejar de fumar ofrece la mayor probabilidad de dejar de fumar con éxito y, con suerte, evitar el riesgo de cáncer de pulmón", señale.

    El fumador medio intenta dejar de fumar varias veces antes de superar con éxito la adicción. El Programa de Investigación y Tratamiento del Tabaco del MD Anderson aborda las barreras para dejar de fumar a nivel individual y poblacional, y sus científicos realizan investigaciones diseñadas para cambiar la práctica clínica abordando las lagunas de conocimiento entre los profesionales sanitarios que tratan la adicción al tabaco.

    En este estudio, los participantes fueron reclutados en Houston entre julio de 2017 y 2021. Tenían al menos 50 años y fumaban una media de 20 cigarrillos al día.

Los participantes fueron asignados aleatoriamente a tres grupos de 210, que recibieron las siguientes intervenciones: una derivación a una línea de ayuda para dejar de fumar y terapia de reemplazo de nicotina (TRN) (QL); una derivación a una línea de ayuda para dejar de fumar más TRN o medicación prescrita por un médico especialista en detección de cáncer de pulmón (QL+); o atención integrada (IC), que incluía TRN o farmacoterapia y asesoramiento con receta, proporcionados por un equipo de especialistas en tratamiento del tabaquismo y médicos.

    A los tres meses, el grupo IC tuvo la tasa de abandono más alta, 37,1%, en comparación con el 27,1% del grupo QL+ y el 25,2% del grupo QL. A los seis meses, el grupo IC mantuvo la tasa de abandono más alta, 32,4%, en comparación con el 27,6% del grupo QL+ y el 20,5% del grupo QL.

    "Los centros equipados para brindar atención especializada e integrada deberían priorizar esta medida para ofrecer a los pacientes la mejor oportunidad de dejar de fumar y mejorar sus resultados de salud", puntualiza Cinciripini. "Dados nuestros resultados, es concebible que este enfoque también pueda ser muy eficaz fuera de un entorno de detección, como las clínicas de estrés postraumático y entre pacientes con cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes".

   Las limitaciones de este estudio incluyen que la población era predominantemente blanca y que toda la muestra carecía de verificación de abstinencia de CO (monóxido de carbono expirado) debido a las restricciones de covid después de que el estudio había comenzado, aunque los resultados generales entre las submuestras con y sin verificación fueron similares.

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