MADRID, 12 Nov. (EDIZIONES) -
La colitis ulcerosa es una enfermedad que hace 20 años se consideraba rara o poco frecuente, pero que en la actualidad está aumentando su frecuencia de forma importante. Consiste en una inflamación del colon con aparición de úlceras en la mucosa y es crónica. Cursa con brotes y periodos de remisión y merma notablemente la calidad de vida de quien la padece.
Así la describe en una entrevista con Infosalus el doctor Juan Luis Mendoza, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, con más de 20 años de experiencia en esta patología, de la que destaca que va progresando si no se trata adecuadamente.
Dice que, habitualmente, la colitis ulcerosa se reparte por igual en cuanto a los sexos, y tiene fundamentalmente dos picos de edad: uno primero en torno a los 18-30 años; y otro en torno a los 60-70 años.
Lamenta que, actualmente, se desconoce el motivo por el que ahora esta patología es más frecuente, pero reconoce que cada vez se diagnostica mejor, y se está más pendiente de su posible etiología. También señala que tiene que haber una predisposición genética, pero no por tenerla únicamente se desarrollará la enfermedad.
"Es poligénica, hay muchos genes implicados. Entonces, primero debe existir este sustrato genético, pero también algo que dispare el desarrollo de la enfermedad, y se considera que es la flora intestinal, la interacción entre el sistema inmune, la flora y el sustrato genético favorecerá el desarrollo de la enfermedad. En función de nuestros hábitos, de nuestro estilo de vida, de lo que comemos, la flora intestinal será de una manera o de otra y esto hace que sea como el efecto gatillo para que nuestro sistema inmune se dispare y provoque la enfermedad", relata este experto.
A su juicio, sí que parece indudable hoy en día que, como ocurre en todas las enfermedades en las que el sustrato es una alteración del sistema inmune del paciente, es que van disminuyendo todos los procesos infecciosos y aumentando las enfermedades del sistema inmune.
"Es una tendencia mundial asociada al progreso de la civilización, a la industrialización, a una menor asepsia, a un menor contacto con la naturaleza, a menores periodos de lactancia materna, a un ritmo frenético, a estrés, a comer más productos congelados y preparados. La sociedad avanza, nos estamos industrializando y esto implica un estilo de vida que favorece el desarrollo de esta enfermedad, pero también el que haya más medios para su diagnóstico", advierte el doctor Mendoza.
CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS
Habitualmente como es colitis, lo que está inflamado es el colon, según relata el especialista en Digestivo, el síntoma principal es la diarrea. Y como hay úlceras y lesiones habrá rectorragia o diarrea con sangre, y además como tienes heridas en el colon, cuando el colon tiene que trabajar en esta situación produce dolor. "Aunque haya otros síntomas acompañantes, la triada principal de síntomas es: diarrea, rectorragia y dolor abdominal", precisa.
El especialista del Hospital Clínico San Carlos describe que otra de las características de la colitis ulcerosa es que es una enfermedad crónica: "Ahora no tenemos tratamientos curativos, sí que es verdad que hay muchos cursos evolutivos de la enfermedad, que es muy heterogénea. Hay pacientes que, a pesar de que le ponemos todos los tratamientos no se le controla enfermedad, y otros que solo tienen dos brotes en su vida. Es crónica, pero sí se puede controlar, tiene brotes y periodos de remisión, pero es para toda la vida".
TRATAMIENTOS DISPONIBLES HOY EN DÍA
En cuanto a los tratamientos, el doctor Juan Luis Mendoza relata que en sus inicios se intentaba porque como en su etiología se producía por la interacción de las bacterias con el sistema inmune, se pensó que modificando la alimentación se podía conseguir un curso evolutivo mejor. "A pesar de ello, no se ha conseguido una dieta que determine un mejor curso evolutivo. Sí se sabe que en situaciones de brotes disminuyen los síntomas con una dieta astringente", reconoce.
Después, resalta igualmente que hay un primer tratamiento antinflamatorio, las mesalazinas (fármaco), y después otros que actúan directamente sobre el sistema inmune, que es la utilización inmunomoduladores y de terapias biológicas que actúan como sustancias que bloquean la respuesta inflamatoria del intestino.
Para su diagnóstico recuerda que este siempre empieza con una clínica compatible, antes descrita; después puede orientar hacia la enfermedad es que en una analítica y en una prueba de heces haya reactantes de fase aguda, que indiquen que hay un proceso inflamatorio; y posteriormente lleva al diagnóstico definitivo la imagen endoscópica con toma de biopsias.
"Es una enfermedad con un importante impacto en la calidad de vida de los pacientes, porque es crónica, que cursa en forma de brotes, y muchas veces el hecho de ir tantas veces al baño hace muy difícil que su vida sea compatible, por ejemplo, con ir en metro o montar en el transporte público porque si tienen ganas de ir al baño no pueden retenerlo y esto condiciona en las formas moderadas graves, y de forma importante, la vida de los pacientes", sentencia el doctor Juan Luis Mendoza, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos.
