MADRID, 8 Feb. (EDIZIONES) -
Quien haya visto la película Joker sabrá perfectamente de qué trata este artículo. El Joker padecía un tipo de epilepsia caracterizada por carcajadas de risa totalmente inesperadas, involuntarias, y molestas en muchas ocasiones para los de alrededor.
"La epilepsia gelástica es un tipo de epilepsia que se caracteriza porque los pacientes tienen un tipo especial de crisis epilépticas llamadas crisis gelásticas, caracterizadas por episodios de risa de inicio súbito, inapropiado (fuera de contexto y carente de su significado emocional ), y estereotipadas (siempre igual)", describe en una entrevista con Infosalus la doctora Juana Alarcón Alacio, del servicio de Neurología del Hospital San Rafael de Madrid, y miembro de la Sociedad Española de Neurología y de la Sociedad Española de Neuropediatría, coincidiendo con el Día Internacional de la Epilepsia.
No obstante, esta experta apunta que la risa inapropiada o fuera de contexto puede aparecer en otras enfermedades neurológicas, o degenerativas, como en el síndrome pseudobulbar que acompaña a algunas enfermedades como la ELA, o en enfermedades genéticas como el Síndrome de Angelman.
En concreto, cita que las crisis gelásticas son una forma rara de crisis epilépticas, y esta patología representa menos del 0,2% de todas las epilepsias: "Si la prevalencia de epilepsia en España es de 8:1000 habitantes podríamos calcular que en España aproximadamente 700 pacientes podrían sufrir epilepsia gelástica. Tampoco parecen existir diferencias entre sexos aunque por su etiología sí que es más frecuente en la infancia".
¿PORQUÉ SE PRODUCE? ¿CUALES SON SUS CAUSAS?
En este contexto, la doctora Juana Alarcón Alacio, del servicio de Neurología del Hospital San Rafael de Madrid explica que la causa más frecuente de epilepsia gelástica es el Hamartoma hipotalámico, un tumor de naturaleza benigna, pero que por su localización tiene un tratamiento difícil.
"Otras causas pueden ser diversos procesos que afecten a otras zonas del cerebro, como los lóbulos temporal o frontal, o el propio hipotálamo. Aquí se enmarcarían fundamentalmente los traumatismos, las lesiones vasculares (ictus), u otro tipo de tumores", agrega.
A su vez, la miembro de la Sociedad Española de Neurología mantiene que la epilepsia gelástica puede aparecer en cualquier momento de la enfermedad que las causa: "Una vez que aparece la epilepsia, las crisis pueden aparecer igualmente en cualquier momento del día, sin motivo aparente, y con una frecuencia que varía de un paciente a otro".
Sobre el diagnóstico, la doctora Alarcón indica que se basa como siempre en la historia clínica, el conocer qué le pasa el paciente, así como por la exploración, y en las pruebas complementarias. "Estas últimas van a ser sobre todo el electroencefalograma (EEG) y las pruebas de imagen (sobre todo la Resonancia Magnética craneal -RMl). Con todo ello haremos no sólo el diagnostico de la propia epilepsia, sino también de qué lo está causando para poder orientar el tratamiento", añade.
En cuanto al tratamiento, dice que la mayor parte de las epilepsias gelásticas entran dentro de las llamadas 'epilepsias focales' (que se originan en una zona del cerebro) 'sintomáticas' (que son producidas por una causa o lesión).
"En este tipo de epilepsia el tratamiento etiológico (de la causa que lo produce) cuando es posible, es el tratamiento de elección. Si podemos extirpar la lesión o el tumor que produce las crisis, por ejemplo, podemos curar al paciente. Desafortunadamente, esto no es siempre posible y entonces tenemos que recurrir al tratamiento sintomático (del síntoma, de las propias crisis) a través de fármacos antiepilépticos", sentencia la experta del Hospital San Rafael de Madrid.