SALAMANCA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La catedrática de Ingeniera Química de la Universidad de Salamanca Eva Martín del Valle ha logrado "un avance sin precedentes" en el diseño de una alternativa no tóxica a la quimioterapia mediante el uso de nanocápsulas inteligentes "capaces de reconocer y aplicar directamente el fármaco a las células tumorales" de pacientes con cáncer.
Gracias a la ayuda recibida de la Fundación Ramón Areces, un equipo científico de la USAL, dirigido por la investigadora Martín del Valle, trata de modificar la quimioterapia convencional -específicamente en cáncer de pulmón- mediante el desarrollo de un aerosol que funcione como un inhalador convencional e incluya un vehículo inteligente capaz de reconocer únicamente las células tumorales, minimice los efectos tóxicos y no genere ningún tipo de reacción adversa en contacto con el tejido pulmonar, según ha explicado la responsable del proyecto al Servicio de Comunicación Universidad de Salamanca.
El aerosol ofrecerá, además, autonomía al paciente de cara a la administración de un ciclo convencional de fármacos. "Lo que tratamos es de abolir la dependencia del paciente que está dos horas sometido a tratamiento en una sala mientras le están suministrando la quimioterapia", además de disminuir la "cantidad de fármaco empleado para que llegue de forma específica", ha indicado la responsable del proyecto en la información remitida a Europa Press.
Esto reducirá la toxicidad y aumentará la eficacia del mismo, debido a que prácticamente "el 80 por ciento del fármaco suministrado no se utiliza, sino que tiene que ser metabolizado o expulsado por el organismo", ha destacado Eva Martín del Valle.
Con la nueva financiación conseguida, 120.000 euros para los próximos tres años, la investigadora calcula que en dos años, "o quizá menos", el equipo científico de la USAL pueda empezar a realizarse los ensayos in vivo en ratones.
TUMORES EN 3D Y ENSAYOS EN VIVO
En la actualidad, y para afianzar la validación de este nuevo vehículo en la administración de fármacos, el equipo está desarrollando tumores en tres dimensiones, para que los resultados sean "más cercanos a la realidad" y den "una cierta seguridad antes de pasar a los animales", ha subrayado.
Para ello, están utilizando impresoras 3D y han diseñado unos compartimentos que permiten la adaptación y el crecimiento de las células tumorales de forma estructurada con un sistema que está controlando sus funciones.
"Hacemos el uso de los modelos matemáticos que desarrollamos en ingeniería junto con las impresoras en 3D para definir unos volúmenes adaptados con unos materiales biocompatibles que permitan que las células crezcan de forma organizada", ha relatado Martín del Valle.
Las pruebas con ratones requieren una fuente de financiación adicional, se necesita un técnico, una "enfermera" exclusiva para los ratones que vea su evolución día a día, ha explicado. "Siempre hay un salto tremendamente grande entre los ensayos in vitro, que son en dos dimensiones, en una lámina plana, frente a la experimentación in vivo. No hay nada en medio. Y, ahí, es donde estamos, tratando de desarrollar tumores en tres dimensiones, ver cómo crecen y validar lo que estamos desarrollando", ha comentado.
"Esto nos va a permitir que el diseño en animales sea muy reducido, que vayamos sobre seguro, que no tengamos que utilizar muchos grupos de ratones para contrastar el potencial tratamiento antes de pasar a las etapas clínicas", ha añadido la catedrática.