MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha incorporado a su equipo al investigador Óscar Llorca, quien dirigirá y potenciará el Programa de Biología Estructural y colaborará "estrechamente" con otros programas del centro, para aplicar "revolucionarias" técnicas de visualización molecular y contribuir así al desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer.
Esta apuesta del CNIO se completa con la incorporación de dos nuevos grupos de investigación al Programa dirigido por Llorca: el de Iván Plaza-Menacho, unido recientemente al CNIO para investigar sobre proteínas del tipo quinasa involucradas en cáncer, y el de Rafael Fernández Leiro, que investigará la integridad del genoma.
Llorca, con cerca de 100 publicaciones científicas, algunas de ellas en las revistas más prestigiosas como 'Nature' o 'Nature Structural & Molecular Biology', es un referente en el campo de la biología estructural. A lo largo de su carrera profesional ha conseguido visualizar la estructura de más de 40 complejos macromoleculares fundamentales para la vida, como proteínas reparadoras del ADN o componentes de la inmunidad innata.
"Óscar Llorca es uno de los mejores biólogos estructurales de España, y estoy segura que pondrá al CNIO en el mapa de la mejor biología estructural en el contexto internacional. Estamos encantados de que se haya sumado a nuestro Centro para liderar uno de sus Programas de Investigación más ambiciosos y con más potencial de influir en el desarrollo de nuevas dianas contra el cáncer", ha subrayado la directora del CNIO, Maria A. Blasco.
Así, el trabajo de Llorca en el CNIO se dirigirá fundamentalmente al estudio estructural y funcional de los procesos biológicos por los que las células tumorales crecen y se expanden en el organismo, poniendo especial atención en las proteínas 'PIKK', una familia de proteínas quinasa implicada en la compleja respuesta celular a los daños en el ADN, y moléculas asociadas como la chaperona 'Hsp90', esenciales para el correcto funcionamiento de estas proteínas 'PIKK'.
"Ya son varios los compuestos que explotan los defectos en estas rutas de señalización y respuesta al daño en el ADN de las células cancerosas, que se encuentran en distintas fases de desarrollo y ensayos clínicos con pacientes", ha explicado Llorca.
"Las rutas tienen un gran interés académico, pero además son la base para poder diseñar nuevas aproximaciones terapéuticas. El desarrollo de inhibidores de 'PARP1' para pacientes con mutaciones en los genes BRCA es un buen ejemplo", ha añadido.
El científico también estudiará, en colaboración con otros grupos del CNIO, la biología estructural de otros procesos como la duplicación del ADN o el mantenimiento de los telómeros durante la división celular.
LA CRIO-MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA
Además, el CNIO incorporará una de las tecnologías más punteras con la llegada de Llorca: la crio-microscopía electrónica, una tecnología que se conoce desde hace más de 30 años, "pero los últimos cuatro han representado una revolución gracias a la aparición de los detectores directos de electrones que nos están permitiendo visualizar a escala atómica procesos biológicos como nunca antes lo habíamos visto", ha afirmado el investigador.
"Esta revolución tecnológica supone un cambio de paradigma en la forma de estudiar complejos procesos celulares, que ahora podemos visualizar a escala molecular y que va a redefinir conceptos y mecanismos sobre el funcionamiento de las células", ha concluido.