CNPT y Instituto #SaludsinBulos señalan que los cigarrillos electrónicos fomentan el consumo del tabaco tradicional

Archivo - FILED - 19 September 2024, North Rhine-Westphalia, Dortmund: The Managing Director of the German subsidiary of e-cigarette manufacturer Reymont, Selim Oezder, stands at his company's stand at the Intertabac trade fair and uses a vape, as the dev - WOLF VON DEWITZ/DPA - ARCHIVO

MADRID 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

La mayoría de las personas que utilizan el cigarrillo electrónico para dejar de fumar terminan consumiendo ambos productos, según una de las principales conclusiones del informe sobre vapeo, pipas de agua y salud que ha elaborado el experto del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y del Grupo de Abordaje del Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el doctor Rodrigo Córdoba García, junto al Instituto #SaludsinBulos.

Según el informe, el consumo dual, lejos de reducirlo, aumenta el riego de enfermedades respiratorias, especialmente en adultos jóvenes. En este colectivo el vapeo triplica el riesgo de transición al tabacoi. Algunos estudiosii aseguran, incluso, que los menores que usan e-cigs tienen 6,3 veces más probabilidades de ser fumadores y 5,7 de convertirse en adictos al cigarrillo electrónico.

"El vapeo conduce a una dependencia permanente de la nicotina y, en algunos casos, los e-cigs son más adictivos que los propios cigarrillos", asegura el doctor Córdoba. Además, el riesgo de padecer patologías cardiovasculares, metabólicas, respiratorias y de la cavidad oral se incrementa un 30% al consumir cigarrillos electrónicos, cuando se consumen conjuntamente con tabacoiii Y el informe resalta que "no sabemos los efectos cancerígenos a largo plazo y dentro de 15 años será demasiado tarde para volver atrás".

Para Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos, algunas tabaqueras fomentan, desde las redes sociales, la idea de que el vapeo es preferible al cigarrillo tradicional, pero es una dicotomía falsa. En realidad, están fomentando el tabaquismo".

En cuanto a las pipas de agua, el informe señala que uno de cada cinco jóvenes españoles consume cachimbas o shishas con alta frecuencia y, mientras el 20 por ciento de la población joven lo hace a diario, un 35 por ciento enciende al menos una pipa de agua semanalmente.

Las pipas de agua representan un riesgo para la salud pues su humo contiene altos niveles de monóxido de carbono y contribuye a la generación de hidrocarburos aromáticos policíclicos carcinógenos. Además, su uso está relacionado con efectos nocivos para el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular, la cavidad bucal y la dentadura.

Por otra parte, el tabaco fumado en pipas de agua genera un gran volumen de humo con una alta concentración de pequeñas partículas (PM 2.5) que contaminan el aire y exceden las normas internacionales sobre calidad del aire. Y contienen 2.5 veces más nicotina que un cigarrillo convencional.

Asimismo, recuerdan que las pipas de agua contienen melaza de tabaco, por lo que incluyen nicotina. Bastan unas 1.000 caladas de pipa de agua para desarrollar dependencia de la nicotina, aunque no se fumen cigarrillos tradicionales. El informe advierte que "una pipa de agua contiene 2.5 veces más nicotina que un cigarrillo convencional".