MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
El entrenamiento de fuerza y cardiovascular, alternados dentro de una misma sesión, logra mantener reducido el porcentaje de grasa corporal tres años después de llevar a cabo un programa de pérdida de peso, según un reciente estudio realizado por el grupo de investigación LFE Research Group, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con el Hospital Universitario La Paz e investigadores de la Universidad de Granada, y que ha sido publicado en la revista 'Nutrients'.
El trabajo, realizado por el LFE Rearch Group surge del proyecto 'Programas de Nutrición y Actividad Física para el tratamiento de la obesidad' ('PRONAF'), desarrollado hace una década por investigadores de este grupo, en colaboración con el Hospital Universitario La Paz y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
El objetivo de este proyecto ha sido el de arrojar luz sobre qué programa de entrenamiento (fuerza, cardiovascular, combinado o recomendaciones de actividad física), sumado a la restricción calórica, es el más efectivo para perder peso corporal.
El grupo, que ha seguido trabajando a lo largo de estos años en esta línea de investigación, ha realizado recientemente un estudio en el que se ha evaluado el efecto que los citados programas de entrenamiento tenían en el peso corporal y su composición (masa grasa y masa libre de grasa) tras un programa de pérdida de peso de 6 meses de duración, sumado a una restricción calórica del 25-30 por ciento del gasto energético total diario.
Entre otras, la principal aportación de este trabajo no es solo que el mantenimiento de la masa muscular al final de la intervención se produce con el entrenamiento combinado (hasta ahora planteado únicamente para el entrenamiento de fuerza específico), sino que también logra mantener reducido el porcentaje de grasa corporal tres años después de finalizar la intervención, en una situación de vida libre.
Este resultado es "relevante" ya que aquellos participantes que realizaron su intervención con entrenamiento de únicamente fuerza o únicamente cardiovascular, recuperaron la grasa corporal perdida durante la intervención.
"Las conclusiones que presentamos en el estudio pueden tener una gran relevancia clínica, ya que a partir de ellas se justifica que el ejercicio físico debe ser siempre incluido en los programas de pérdida de peso y, especialmente, el ejercicio combinado", ha zanjado el uno de los investigadores de la UPM que ha formado parte del equipo de trabajo, Miguel Ángel Rojo.