MADRID 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres que sufren alguna de las cinco principales complicaciones del embarazo, como parto prematuro y preeclampsia, presentan un mayor riesgo de cardiopatía isquémica hasta 46 años después del parto, según un estudio sueco publicado por 'The BMJ'.
Los investigadores afirman que todos los principales resultados adversos del embarazo deben considerarse factores de riesgo de cardiopatía isquémica a lo largo de toda la vida y que debe ofrecerse a las mujeres una atención adecuada para prevenir su aparición.
La cardiopatía isquémica es una afección grave en la que los vasos sanguíneos que irrigan el corazón se estrechan u obstruyen, y es la principal causa de muerte entre las mujeres de todo el mundo.
Los resultados adversos del embarazo se han relacionado con un mayor riesgo futuro de cardiopatía pero, aunque casi un tercio de las mujeres experimentan un resultado adverso del embarazo durante sus años reproductivos, pocos estudios han examinado más de un resultado en el mismo grupo de mujeres, lo que impide extraer conclusiones firmes.
Para abordar esta cuestión, investigadores de Estados Unidos y Suecia se propusieron examinar las asociaciones entre cinco importantes resultados adversos del embarazo y los riesgos a largo plazo de cardiopatía isquémica en las madres.
Identificaron en Suecia a 2.195.266 mujeres sin antecedentes de cardiopatía que dieron a luz a un único bebé vivo entre 1973 y 2015 a una edad media de 27 años.
A partir de registros médicos nacionales, realizaron un seguimiento de los casos de cardiopatía isquémica desde la fecha del parto hasta diciembre de 2018 (tiempo medio de seguimiento de 25 años, hasta un máximo de 46 años).
Los cinco principales resultados adversos del embarazo de interés fueron parto prematuro (menos de 37 semanas de gestación), pequeño para la edad gestacional al nacer, preeclampsia, otros trastornos de la presión arterial del embarazo y diabetes gestacional.
Se tuvieron en cuenta otros factores importantes, como la edad de la madre, el número de hijos, el nivel educativo, los ingresos, el índice de masa corporal, el tabaquismo y los antecedentes de hipertensión, diabetes o colesterol alto.
En total, se diagnosticó cardiopatía isquémica a 83.881 (3,8%) mujeres con una edad media de 58 años. Los resultados muestran que las mujeres que experimentaron alguno de los cinco principales resultados adversos del embarazo mostraron un mayor riesgo de cardiopatía isquémica posterior.
P or ejemplo, en los 10 años posteriores al parto, las tasas relativas de cardiopatía isquémica se duplicaron en las mujeres con otros trastornos hipertensivos del embarazo (46 casos adicionales por 100.000 años-persona), se multiplicaron por 1,7 en las que tuvieron un parto prematuro (19 casos adicionales por 100.000), se multiplicaron por 1,5 en las que tuvieron preeclampsia (12 casos adicionales por 100.000), se multiplicaron por 1,3 en las que tuvieron diabetes gestacional y se multiplicaron por 1,1 en las que dieron a luz a un bebé pequeño para su edad gestacional, después de ajustar por todos los demás factores.
Las mujeres que experimentaron varios resultados adversos en el embarazo mostraron un mayor aumento del riesgo. En los 10 años posteriores al parto, las tasas de cardiopatía isquémica con 1, 2 ó 3 o más resultados adversos del embarazo se multiplicaron por 1,3, 1,8 y 2,3 (20, 34 y 58 casos por 100.000 años-persona), respectivamente.
La mayoría de las tasas relativas disminuyeron con el tiempo, pero siguieron aumentando significativamente (de 1,1 a 1,5 veces) incluso 30-46 años después del parto, y sólo se explicaron parcialmente por factores genéticos o ambientales compartidos dentro de las familias.
Se trata de un estudio observacional, por lo que no se puede establecer la causa, y los investigadores no pueden descartar la posibilidad de que la cardiopatía isquémica no se declarara o que el tabaquismo, la obesidad u otros factores de riesgo maternos no declarados durante el embarazo pudieran haber afectado a sus resultados.
Sin embargo, el gran tamaño de la muestra, basada en datos muy completos de registros médicos y de nacimientos de todo el país y en un seguimiento a largo plazo, lleva a los investigadores a afirmar que todos los resultados adversos importantes del embarazo deben reconocerse como factores de riesgo de cardiopatía isquémica a lo largo de la vida.
"Las mujeres con resultados adversos en el embarazo deberían someterse a una evaluación preventiva precoz y a una reducción del riesgo a largo plazo para evitar el desarrollo de cardiopatía isquémica", concluyen.