MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de California en Irvine (UCI), Estados Unidos, ha identificado un sistema de redes de comunicación que existe entre los órganos y los tejidos que regulan el metabolismo. Los hallazgos de su estudio proporcionan un "atlas" detallado que ilustra cómo el cuerpo crea y usa energía, y cómo los desequilibrios en las redes pueden afectar a la salud general.
Publicada este jueves en la revista 'Cell', la investigación revela el metabolismo altamente coordinado de múltiples tejidos que subyace a los ritmos circadianos del cuerpo y examina cómo las interrupciones en estos ritmos, como las causadas por dietas ricas en grasas, inducen desalineación entre los relojes en red y pueden desencadenar inflamación, que se ha relacionado con enfermedades importantes y puede afectar a la esperanza de vida.
El autor principal, Paolo Sassone-Corsi, profesor de Química Biológica en la Facultad de Medicina de la UCI, mostró por primera vez el vínculo del ritmo circadiano-metabolismo hace unos 10 años, identificando las vías metabólicas a través de las cuales las proteínas circadianas detectan los niveles de energía en las células.
"El cuerpo humano es un sistema complejo y bellamente integrado que funciona con una eficiencia óptima cuando las redes están en equilibrio --apunta Sassone-Corsi, director del Centro de Epigenética y Metabolismo de la UCI--. Cuando este sistema se interrumpe a través de la desalineación entre los órganos, el cuerpo funcionará a un nivel inferior al óptimo, lo que puede conducir a la enfermedad. Estamos presentando un mapa que ilustra cómo lograr la mejor salud posible a través del equilibrio y la homeostasis".
ATLAS DEL METABOLISMO CIRCADIANO
Los científicos examinaron una variedad de relojes genéticos, que van desde aquellos en el suero sanguíneo, el hígado y los músculos hasta aquellos en la corteza prefrontal y el hipotálamo del cerebro, así como en la grasa corporal marrón y blanca. El atlas resultante mapea las conexiones entre varios órganos y tejidos, que juntos forman el llamado reloj corporal que rige los patrones de actividad metabólica día-noche. Luego, el equipo probó las conexiones para ver cómo una dieta alta en grasas codificaba los patrones metabólicos afinados del cuerpo y reconectaba la comunicación y la coordinación entre los relojes.
"Los efectos de la dieta alta en grasas dan evidencia de que los factores externos pueden alterar el patrón metabólico coordinado", señala Sassone-Corsi, agregando que, con este atlas, la información de un órgano o grupo de tejidos puede proporcionar un amplio sistema de comprensión de las irregularidades metabólicas y las enfermedades relacionadas con ellos.
"Ahora podemos crear un enfoque a la medicina personalizada basada en el metabolismo circadiano de un individuo --dice--. El perfil metabólico es un método de datos grandes para optimizar la salud metabólica". El equipo internacional se vinculó con la compañía biomédica Metabolon en esta investigación y colaborarán en un estudio en humanos y una exploración adicional de las redes metabólicas controladas por relojes circadianos en otros órganos y grupos de tejidos.