MADRID, 8 Oct. (EDIZIONES) -
El escroto es el saco o bolsa donde se alojan los testículos, el epidídimo y la parte inferior del cordón espermático. En algunas ocasiones algunos hombres notan cómo puede inflamarse de forma progresiva pero sin dolor, una afectación que se conoce como 'hidrocele' y que vamos a explicar en este artículo.
"El hidrocele consiste en un aumento de volumen del escroto derivado de una acumulación de líquido en el recubrimiento que envuelve al testículo, de forma que el paciente percibe un aumento lento y progresivo del tamaño del escroto, aunque no suele ser doloroso", explica en una entrevista el doctor Javier Burgos, jefe de Servicio de Urología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y catedrático de Urología de la Universidad de Alcalá (Madrid).
Puede ser unilateral y bilateral, es decir, afectar a uno o a los dos sacos escrotales, según precisa el experto, al tiempo que tiene unas determinadas particularidades en función de la edad en la que sucede, porque puede tener lugar en la infancia, así como en la edad adulta.
En el caso concreto de la infancia, el doctor Burgos indica que es una afección que puede ser frecuente, consecuencia del paso de líquido del interior del abdomen hacia el escroto a través de una pequeña comunicación que no se ha sellado durante el desarrollo del feto, el conducto peritoneo-vaginal. A veces, recuerda que puede asociarse con una hernia inguinal porque además de líquido ese conducto puede ser más amplio permitiendo el paso de un segmento de asa del intestino.
El doctor asegura que durante los primeros meses de vida suele resolverse sin necesidad de tratamiento, si bien esto no sucediera puede ser precisa una intervención quirúrgica para sellar el citado conducto y solucionar la hernia inguinal en caso de que ocurriera.
En el caso del adulto, el especialista del Hospital Ramón y Cajal de Madrid mantiene que su origen suele ser desconocido en el 90% de casos, y tiene lugar porque en la pequeña bolsa que envuelve al testículo se produce una cantidad excesiva de líquido.
"Sí hay un 10% de casos donde el aumento en la producción de ese líquido es debida a la existencia de una infección en el testículo. Otros procesos más infrecuentes son consecuencia de tumores de testículos, pero son casos totalmente excepcionales y los menos frecuentes", insiste el catedrático en Urología.
En concreto, detalla que hay tres picos de incidencia, donde es más frecuente el hidrocele, si bien los mecanismos son distintos: en la infancia, generalmente una patología congénita; después en los adultos jóvenes, en torno a los 25-30 años consecuencia de infecciones normalmente; de los 60 años en adelante, causa fundamental la idiopática.
Sobre el diagnóstico, el jefe de Servicio de Urología del Hospital Ramón y Cajal menciona que junto a la exploración física, la ecografía testicular es la prueba de elección.
TRATAMIENTO DEL HIDROCELE
Con ello, y dadas las características de esta patología en función de la edad, los tratamientos también varían, siendo en la infancia la cirugía, como hemos mencionado, y solo en aquellos casos en los que no se resuelva de forma espontánea durante los primeros meses de vida.
Mientras, cita que durante la vida adulta joven, si la etiología es infecciosa inflamatoria, lo más habitual es que cuando se soluciona la causa infecciosa, también lo hace la inflamatoria, con resolución espontánea del hidrocele, sin que necesaria ninguna intervención.
En la vida adulta, en las edades más avanzadas, a partir de los 55-60 el doctor Burgos señala que lo más idóneo suele ser la cirugía, a través de diversas técnicas, y donde se produce "una eversión o una plicatura de la túnica vaginal tras resección parcial de la misma", esto es "como dar la vuelta a esta película de peritoneo que produce el líquido con la intención de que al quedar en contacto íntimo con la parte interna de la piel del escroto se peguen ambas y se sellen, de forma que se deja de producir líquido".
La posibilidad de que esta cirugía tenga un resultado satisfactorio ronda el 80-90% de las intervenciones, aunque reconoce que siempre hay una pequeña cantidad de casos en los que el hidrocele puede reaparecer con el paso del tiempo, matiza el doctor Javier Burgos.