MADRID, 20 Abr. (EDIZIONES) -
La retina es un tejido muy especial que tapiza por dentro el interior del globo ocular, como si fuera el papel pintado de una pared. Está formada por células cerebrales (neuronas), directamente conectadas con el cerebro a través del nervio óptico.
"Se encarga de recoger las imágenes que miramos y las transmite al cerebro a través del nervio óptico, donde ya serán interpretadas", explica en una entrevista con Infosalus el doctor Álvaro Fernández-Vega Sanz, subdirector médico y jefe de la sección de Retina del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo.
Entre los trastornos más frecuentes de la retina se encontraría el desprendimiento de retina, sobre el que hoy centramos este artículo de divulgación. Concretamente, el también director del Máster de Retina de la Universidad de Oviedo subraya que este trastorno consiste en la separación de la retina de la pared del globo ocular.
"Para que la retina sea capaz de ver las imágenes tiene que estar adherida a la pared del globo ocular. Desde esta pared se alimenta, de forma que si se separa, inmediatamente la retina empieza a degenerarse, y el paciente va a tener una pérdida brusca e indolora de la visión", detalla el especialista.
Es más, alerta de que un desprendimiento de la retina es siempre un "problema grave", que puede conducir a una pérdida visual grave o incluso a la ceguera, pues la retina tiene que estar pegada a la pared ocular para poder ver y sobrevivir.
¿Cómo se produce? ¿Qué síntomas causa? Para poder entenderlo, el subdirector médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo detalla en este sentido que para que la imagen llegue a la retina tiene que atravesar la cavidad interior del ojo, que está rellena por un gel transparente llamado 'humor vítreo'.
"Este gel está íntimamente pegado a la retina. Con los años, por un proceso de envejecimiento, va perdiendo agua y llega un momento en el que se reduce su tamaño, se encoge, y se separa de la retina. Este proceso de envejecimiento del vítreo nos ocurrirá a todas las personas en algún momento de nuestra vida. Las condensaciones que tiene el gel en su parte posterior, que normalmente no vemos porque están pegadas a la retina, pasan entonces a un lugar más adelantado, y hacen sombra sobre la retina, percibiéndolo el paciente como moscas volantes que aparecen repentinamente", agrega el oftalmólogo.
Según prosigue, estas moscas volantes son siempre la primera señal de alarma, pues indican que el humor vítreo se ha separado de la retina: "A la mayor parte de las personas no les va a causar problemas esta separación del humor vítreo. Pero un pequeño porcentaje de la población, generalmente miopes, tienen las retinas más débiles de lo normal y la adherencia del humor vítreo es más fuerte en algunas zonas, de forma que al producirse la separación, el humor vítreo tira de la retina, pudiendo llegar a romperla y causando un desgarro retiniano".
LA IMPORTANCIA DE ACUDIR A TIEMPO AL ESPECIALISTA
Si el paciente acude rápidamente al especialista en retina cuando tiene los síntomas de desprendimiento del vítreo (visión de moscas volantes que se puede acompañar de visión de luces o relámpagos), el doctor asegura que se puede descubrir en muchas ocasiones la rotura o desgarro que se ha producido en la retina, de forma que puede ser tratado haciendo una soldadura con láser alrededor del mismo, impidiéndose la progresión al desprendimiento de la retina.
"Pero si no se trata a tiempo esta rotura se va a colar líquido del interior del ojo hacia el espacio subretiniano, a través del desgarro, causando la separación de la retina de la pared ocular, lo que conocemos como 'desprendimiento de la retina', que como hemos mencionado es una enfermedad muy grave", lamenta Fernández-Vega.
De hecho, señala que cuando ya se ha producido el desprendimiento, la sintomatología que causa es la visión de una cortina negra (una gota de aceite o de agua oscura) en una zona del campo visual, hasta que avanza al centro de la visión, momento en el que se pierde la vista por completo.
Aunque la mayor parte de los desprendimientos de la retina ocurren de manera espontánea, debido a la separación del humor vítreo, actuando sobre la retina débil de un paciente, generalmente miope, que tiene una predisposición al desprendimiento de retina, estos también pueden tener lugar por otras causas, como por ejemplo un traumatismo que provoque la rotura de la retina, o algunas enfermedades como la retinopatía diabética así como determinadas patologías genéticas, como el síndrome de Stickler o la enfermedad de Marfan.
"La miopía es el principal factor de riesgo de desprendimiento de la retina y la cirugía de cataratas, en pacientes predispuestos, es también un factor de riesgo de desprendimiento de la retina. La incidencia de desprendimiento de retina en Europa es de 1 caso por cada 10.000 personas al año, es decir, del 0,01% , pero en pacientes miopes, puede aumentar hasta el 6%. Tras una cirugía de cataratas es del 1%, pero aumenta al 3% si hubo complicaciones durante la cirugía", subraya el jefe de la sección de Retina del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo.
¿SE PUEDE PREVENIR?
Como hemos visto, si el paciente acude con urgencia al oftalmólogo cuando tiene los síntomas de cambio brusco en la visión de "moscas volantes" o de cuerpos flotantes (pueden tener formas muy distintas, como telarañas, hilos, pelos, puntos negros...) sobre todo si se acompañas de luces o relámpagos, en muchas ocasiones se descubre el desgarro retiniano antes de que se produzca un desprendimiento de la retina y se puede impedir el desprendimiento fotocoagulando con láser alrededor de la rotura.
"La fotocoagulación consiste en hacer una serie de pequeñas quemaduras alrededor de la rotura, de forma que al cabo de poco tiempo se va a formar una cicatriz que es muy adherente, como si se hubiera producido una soldadura alrededor de la rotura", agrega.
Asimismo, menciona que algunos pacientes que tienen lesiones predisponentes al desprendimiento de la retina (por ejemplo, zonas de la retina adelgazadas, con mucha tracción del humor vítreo sobre ellas etc.) pueden ser tratados con láser alrededor de estas lesiones, pero en opinión del doctor, la mejor prevención es que los pacientes conozcan los síntomas de la separación del vítreo (cambio brusco en las moscas volantes y cuerpos flotantes y visualización de luces y relámpagos) para acudir cuanto antes al especialista.
Así, y ante la sospecha de un desprendimiento de la retina, Fernández-Vega Sanz precisa que el oftalmólogo realiza una exploración del fondo del ojo mediante oftalmoscopía y ve la retina separada de la pared, formando una bolsa blanquecina irregular. "Se puede confirmar el diagnóstico mediante una ecografía o una tomografía de coherencia óptica (OCT)", apostilla.
En última instancia, y sobre el pronóstico, el oftalmólogo mantiene que "no hay dos desprendimientos de retina iguales" y cada uno tiene sus características, a la vez que en su pronóstico influyen estas características: el número de desgarros y su tamaño, la localización de los mismos (por ejemplo, no es lo mismo que estén en la periferia de la retina que se localicen en el centro de la visión), la resistencia y vitalidad de las células retinianas del paciente, la extensión del desprendimiento, el que afecte o no a la mácula (la zona de la retina encargada de la visión central) o que el organismo haya iniciado mecanismos de cicatrización en el fondo de ojo, con creación de tejidos de cicatriz que perjudican mucho la readaptación de la retina, por ejemplo, son factores que pueden condicionar mucho el pronóstico.
"Hasta hace pocos años tener un desprendimiento de la retina suponía una alta probabilidad de ceguera. Hoy en día, la mayoría de los desprendimientos pueden ser tratados con éxito, con las sofisticadas técnicas de que disponemos. Así y todo, incluso si el cirujano logra volver a pegar la retina con éxito, las células retinianas pueden haberse dañado el tiempo que la retina estuvo desprendida y el paciente puede tener una visión final disminuida", reconoce el subdirector médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo.