MADRID 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un gran estudio de cohorte extraído del registro nacional de FIV de Francia, que incluyó casi 70.000 embarazos nacidos después de 22 semanas de gestación entre 2013 y 2018, ha encontrado un mayor riesgo de preeclampsia e hipertensión en los embarazos derivados de embriones congelados-descongelados.
Este riesgo se encontró significativamente mayor en aquellos tratamientos en los que se preparó el útero para la implantación con terapias de sustitución hormonal. Los resultados confirman con datos reales lo observado en subgrupos de pacientes en otros estudios.
El estudio, presentado este miércoles por la doctora Sylvie Epelboin, del Hpital Bichat-Claude Bernard, de París, en la reunión anual online de la la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés), se realizó en nombre de la red de salud materno-infantil después de la terapia antirretroviral, de la Agencia Francesa de Biomedicina.
Epelboin ha señalado que los resultados ponen de relieve dos consideraciones importantes en la FIV: los efectos potencialmente nocivos sobre las patologías vasculares de las dosis elevadas y prolongadas de las terapias hormonales sustitutivas utilizadas para preparar el útero para la implantación de embriones congelados y descongelados, y el efecto protector de un cuerpo lúteo, presente en los ciclos naturales o estimulados para la transferencia de embriones.
La terapia hormonal sustitutiva que se administra para preparar el útero para la transferencia de embriones, explica Epelboin, suprime la ovulación y, por tanto, la formación del cuerpo lúteo.
En un número creciente de estudios sobre la congelación en la FIV se ha planteado el riesgo de preeclampsia y otros trastornos del embarazo. Sin embargo, se sabe que los riesgos globales de morbilidad materna son generalmente menores en los embarazos resultantes de la transferencia de embriones congelados que en los de las transferencias en fresco, excepto en lo que se refiere al riesgo de preeclampsia.
Aunque algunos estudios han observado estos riesgos en las transferencias de embriones congelados, pocos estudios, señala Epelboin, han comparado estas "morbilidades vasculares maternas con los dos entornos hormonales que presiden las primeras etapas del desarrollo embrionario".
Este estudio dividió la cohorte de embarazos procedentes de FIV e ICSI de la base de datos nacional francesa en tres grupos de embarazos únicos para su comparación: los derivados de la transferencia de embriones congelados en un ciclo "ovulatorio" natural (estimulado o no); los procedentes de la transferencia de embriones congelados con terapia hormonal sustitutiva; y las transferencias en fresco convencionales.
Los resultados mostraron una mayor tasa de preeclampsia con embriones congelados transferidos en el ciclo congelado artificial (es decir, preparado con terapia hormonal) (5,3%) que en un ciclo ovulatorio (2,3%) o en ciclos en fresco (2,4%). Las tasas fueron igualmente distintas en la hipertensión inducida por el embarazo (4,7% vs 3,4% vs 3,3%).
Estas diferencias fueron estadísticamente significativas, incluso después de ajustar las características maternas (edad, paridad, tabaco, obesidad, antecedentes de diabetes, hipertensión, endometriosis, ovarios poliquísticos, fallo ovárico prematuro) para evitar el sesgo.
La doctora Epelboin y sus colegas concluyeron que el estudio demuestra que la preparación del útero con hormonas en un ciclo artificial se asocia significativamente con un mayor riesgo de trastornos vasculares que en los ciclos con ovulación preservada y transferencias de embriones frescos.
El uso de embriones congelados ha aumentado en la FIV en los últimos años. Las tasas de éxito de las transferencias de embriones congelados-descongelados son tan o más satisfactorias que las de embriones frescos y, dado que las transferencias congeladas parecen reducir el riesgo de hiperestimulación, también presentan ventajas de seguridad; los riesgos para la presión arterial observados en este estudio y en otros no parecen compensar estos beneficios, señala la doctora.
Además, dado que los resultados obtenidos en un ciclo ovulatorio no parecen afectar a la posibilidad de embarazo, podría abogarse por la preservación del ciclo ovulatorio como preparación de primera línea en las transferencias de embriones congelados siempre que la elección sea posible.
Este es el primer estudio a gran escala que identifica una asociación entre un útero preparado hormonalmente (ciclo artificial) y un riesgo significativamente mayor de preeclampsia en embarazos posteriores a la transferencia de un embrión congelado-descongelado.