MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio sugiere que las personas con lesiones cerebrales traumáticas leves pueden ser más propensas a tener deterioro cognitivo, declive cognitivo o ambos un año después, en comparación con las personas que no sufrieron lesiones.
La investigación, que se publica en el número online de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología, revela asimismo que las personas con malos resultados cognitivos también eran más propensas a tener otros síntomas como la ansiedad y una menor satisfacción con la vida.
"Nuestros resultados sugieren que los malos resultados cognitivos clínicamente significativos, que definimos como deterioro cognitivo, declive cognitivo o ambos, un año después de una conmoción cerebral pueden ser más comunes de lo que se pensaba", explica la autora del estudio Raquel Gardner, de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos).
"También destacan la necesidad de comprender mejor los mecanismos que subyacen a los malos resultados cognitivos, incluso después de lesiones cerebrales relativamente leves, para mejorar la terapia de recuperación", añade.
El estudio analizó a 656 personas que habían ingresado en las salas de urgencias de centros de traumatismo con conmociones cerebrales y a 156 personas sanas sin lesiones en la cabeza. Su edad media era de 40 años.
A los participantes se les hicieron hasta tres evaluaciones neurológicas después de la lesión, a las dos semanas, a los seis meses y al año. Cada una de esas evaluaciones proporcionó cinco puntuaciones de tres pruebas de memoria, habilidades lingüísticas y otros dominios cognitivos.
El resultado cognitivo deficiente se definió como el cumplimiento de los criterios de deterioro cognitivo, declive cognitivo o ambos. El deterioro cognitivo se definió como un rendimiento inferior al esperado en al menos dos pruebas cognitivas, como una prueba de memoria y otra de velocidad de procesamiento.
Los investigadores descubrieron que 86 de 656 personas con lesiones cerebrales leves, es decir, el 14%, presentaban malos resultados cognitivos un año después. De ellos, el 10% sólo tenía deterioro cognitivo, el 2% sólo tenía deterioro cognitivo y el 2% tenía ambos. Esto se compara con ocho de 156 personas sin conmociones cerebrales, o el 5%, que tuvieron malos resultados cognitivos un año después. De esas personas sanas, el 3% tenía deterioro cognitivo, ninguna tenía sólo deterioro cognitivo y el 1% tenía ambos.
También descubrieron que las personas que tenían depresión antes de la lesión, que no tenían seguro médico o que tenían un nivel de estudios de secundaria o inferior eran más propensas a tener un mal resultado cognitivo que las que no estaban deprimidas antes de la lesión, o que tenían seguro médico o tenían un nivel de estudios superior al de secundaria.
Además, las personas que tenían buenos resultados cognitivos eran más propensas a tener una mayor satisfacción vital un año después de su conmoción cerebral. La prueba de satisfacción con la vida que se administró a los participantes oscila entre cinco y 35, y las puntuaciones más bajas indican una menor satisfacción con la vida. Las personas con buenos resultados cognitivos obtuvieron una media de 26 en la prueba, en comparación con las personas con malos resultados cognitivos, que obtuvieron una media de 21.
El estudio no prueba que las personas con conmociones cerebrales tengan peores resultados cognitivos un año después, pero muestra una asociación.
"Estudios anteriores sobre personas con lesiones cerebrales de moderadas a graves muestran que una rehabilitación temprana e intensiva puede mejorar los resultados cognitivos de las personas a lo largo del tiempo --continúa Gardner--. Se necesita más investigación para averiguar el papel de la rehabilitación cognitiva en personas con lesiones cerebrales más leves que también corren el riesgo de tener malos resultados cognitivos, y cómo predecir quiénes entran en esta categoría de riesgo".