Consejos para elegir los mejores regalos navideños para los niños

Archivo - Niñas abriendo sus regalos de Navidad.
Archivo - Niñas abriendo sus regalos de Navidad. - CHOREOGRAPH/ISTOCK - Archivo
Publicado: sábado, 16 diciembre 2023 7:59

   MADRID, 16 Dic. (EDIZIONES) -

   Son días frenéticos para muchas familias con la decisión sobre qué pedir o qué no a Papá Noel y a los Reyes Magos. La verdad es que los niños muchas veces emplean los catálogos de los grandes almacenes para tomar ideas, y es que tienen de todo en muchos casos y ya no saben qué pedir.

   Aparte, por supuesto, está el deseo de muchos padres, abuelos y tíos por que sus niños sean lo más felices del mundo y, equivocadamente, les llenan de regalos en estas fechas, que luego además pocas veces emplean o se acuerdan de ellos.

   Es por ello por lo que pedimos en Infosalus ayuda a Alberto Soler, un reputado psicólogo y máster en Psicología clínica y de la salud, y que junto a su mujer, la también psicóloga Concepción Roger, han publicado 'La gran guía de la crianza' (Paidós), un manual para acompañar a los padres durante el embarazo y la primera infancia y en el que trata numerosísimos temas, entre ellos éste de los regalos.

LA REGLA DE LOS 4 REGLOS

   Así, a la hora de hacer la carta a los Reyes o a Papá Noel Soler defiende la necesidad de emplear la regla de los 4 regalos: "Es una de las reglas que hay, una buena orientación para poder ser comedidos".

   Consiste esta 'regla' en que, para cada evento especial, no sólo para las Navidades, sino también por ejemplo para los cumpleaños, hay que limitar los regalos a 4: algo que les sirva (ropa, complementos, etc); algo para leer (cuento, libro o cómic que les guste); algo que realmente necesiten (un estuche, una mochila nueva, material para extraescolares); y algo que deseen, ese juguete que tanto han pedido.

COMO ELEGIR UN BUEN JUGUETE

   Con todo ello, y a la hora de elegir un buen juguete, Alberto Soler comenta que lo primero que debe pensarse es que el regalo tiene que estar relacionado y adecuado para el momento del desarrollo del menor, no sólo por cuestión de seguridad, que es básico, sino porque si no está adecuado a su edad será difícil que el niño lo disfrute.

   Por otro lado, considera que deben ser juguetes muy básicos y sencillos, que hagan pocas cosas, porque estos despiertan la imaginación en los menores, abren las posibilidades de juego y posibilitan la interacción: "Con este tipo de juegos sencillos el actor principal del juego es el niño, no el juguete. De hecho, los juguetes no son necesarios para el juego. No hace fata juguetes para jugar. En la medida de lo posible, no comprar juguetes que lleven pilas. Cuanto más hace el juguete, menos hace el niño".

   A su vez, mantiene que el juguete debería ir acompañado de tiempo para poder disfrutarlo con nuestros hijos si no, ¿para qué regalarles unos patines o un juego de mesa si no vamos a poder disfrutarlos con ellos? Igualmente, sostiene este experto que debe ser un juego abierto y con posibilidades, tipo juguetes de construcción, vías de tren, o manualidades, por ejemplo.

   Al tiempo aconseja no condicionar la elección del juguete al sexo, sino que el regalo debe adaptarse a sus intereses; pero también Soler ve con buenos ojos que ese juguete que vayamos a regalarles sea desafiante tanto física como intelectualmente, que les lleve a realizar una destreza, a la vez que sea sostenible y no de usar y tirar. Sugiere igualmente que lo idóneo es que sean juguetes divertidos, no educativos, a no ser que estos los hayan pedido de manera explícita.

EL PELIGRO DE TANTO REGALO POR NAVIDADES

   El principal riesgo que corremos no viene por la escasez sino por todo lo contrario, por esa tendencia a saturar con montón de objetos y habitualmente de calidad bastante dudosa".

   Defiende que acostumbrarles al exceso es peligroso y, "más vale pocas cosas muy deseadas, y que hayan pedido durante mucho tiempo", o que sean adecuadas a su tiempo de desarrollo, que no cosas que van representar ser unos trastos por casa al cabo de poco tiempo.

   Considera también que el acostumbrarles a lo material hace que después lo exijan, de forma que cuanto más tienen menos valoran, y aún así los adultos pensamos que la mejor manera de transmitirles nuestro afecto es a través de los regalos o cosas.

   Así, insiste en que ofrecerles muchos regalos en estas fechas es la sobreestimulación, según indica, algo que a su juicio se ve claramente con la exposición a pantallas, a dibujos animados a una edad temprana, o por ejemplo al dulce.

   "Se acostumbran desde pequeños a una gran intensidad estimulada y después conseguir esa misma satisfacción de mayores les va a costar mucho porque son muchos regalos. Entonces, las Navidades que reciban pocos serán un drama. Se van a acostumbrar a un nivel de estimulación muy difícil de satisfacer. Por otro lado, por cada nuevo regalo el interés por todo lo que ya tengan disminuye, y cuantos más juguetes tienen más les cuesta elegir a qué jugar, les provoca paradójicamente aburrimiento", agrega.

   Aquí este psicólogo defiende que es una buena costumbre un par de veces al año el hacer limpieza de juguetes, y de entre los que no están utilizando durante unos días o semanas decidir si se les da una segunda oportunidad, para sacarlos en un tiempo, o si directamente los tiramos a la basura si están en mal estado, o si los donamos a alguna asociación o institución.