MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Mantener una dieta rica en vitaminas, incluyendo Omega 3, vitamina B y vitamina E, contribuye a una mejor salud auditiva, según aseguran los expertos de Aural Centros Auditivos, quienes ofrecen una serie de consejos para proteger los oídos durante el invierno.
También recomiendan evitar cambios bruscos de temperatura, usando orejeras o gorros para minimizar el impacto del frío en los oídos al salir de ambientes calefaccionados. Además, señalan que es fundamental secar bien los oídos después de la ducha y evitar el uso de bastoncillos, que pueden dañar el conducto auditivo. Además de mantener una adecuada higiene nasal.
Asimismo, para mantener una buena higiene auditiva es importante realizar limpiezas periódicas de las fosas nasales con soluciones salinas puede ayudar a aliviar la congestión y disminuir la posibilidad de que la mucosa afecte a las trompas de Eustaquio.
Por otro lado, consumir la cantidad adecuada de agua ayuda a mantener las mucosas en óptimas condiciones, lo que favorece la expulsión de secreciones y disminuye la inflamación en las vías respiratorias.
La directora de Audiología de Aural Centros Auditivos, Ingrid Rubio, apunta que "la prevención es clave para evitar infecciones auditivas que pueden tener consecuencias graves si no se tratan a tiempo". De este modo, la experta hace hincapié en que "en el caso de sentir cualquier síntoma de infección, es importante acudir a un especialista para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones".
SOBRE LA OTITIS MEDIA AGUDA
Los expertos de Aural aprovechan este contexto para recordar que con la llegada del invierno y el aumento de enfermedades respiratorias es importante cuidarse para prevenir la otitis media aguda, una inflamación del oído medio que puede derivar en hipoacusia si no se trata adecuadamente.
La otitis media aguda es una enfermedad que se inicia con un cuadro brusco, de corta duración y que afecta el oído medio. Generalmente este tipo de otitis se produce en el contexto de enfermedades respiratorias (como resfríos y sinusitis), sobre todo en lactantes y niños pequeños.