MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
La bacteria en forma de espiral que causa la sífilis era tan dependiente de su huésped humano que, hasta ahora y pese a un siglo de trabajo, no podía cultivarse en un laboratorio. Ese callejón sin salida puede haber sido resuelto: en un estudio publicado esta semana en mBio, investigadores de la Escuela de Medicina McGovern en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (UTHealth), Estados Unidos, describen un nuevo método para cultivar la bacteria, 'Treponema pallidum'.
A partir del momento de la publicación, el cultivo sigue siendo infeccioso y ha estado creciendo continuamente durante casi ocho meses. Los investigadores dicen que un sistema de cultivo a largo plazo podría reforzar la investigación genética, patológica e inmunológica de 'T. Pallidum', así como permitir el cultivo de especies patógenas relacionadas.
'T. Pallidum' ha sido un objetivo elusivo de la investigación, en parte, debido a su hábitat natural. "El organismo nunca toca el suelo --dice el autor principal del artículo, el microbiólogo Steven Norris, profesor en Ciencias Biomédicas en la Escuela de Medicina McGovern --. Solo se encuentra en humanos. No se encuentra en ningún otro lugar de la naturaleza".
En el pasado, si los investigadores querían estudiar el patógeno, inyectaban conejos con bacterias de un huésped humano y tenían que esperar unas semanas para confirmar una infección. "Fue un proceso muy ineficiente", recone Norris, que ha estado estudiando 'T. Pallidum' durante más de cuatro décadas.
Norris y sus colaboradores diseñaron el nuevo sistema para imitar el entorno donde se encuentran las bacterias de forma natural. "Pensamos que al crear condiciones parecidas a las de los tejidos, podríamos cultivar 'T. Pallidum' continuamente". Diseñaron un sistema de coincubación en el que las bacterias espiroquetas se cultivan en células epiteliales de conejo y se alimentan periódicamente con aminoácidos.
UNA VERSIÓN MODIFICADA DE UN SISTEMA DE COINCUBACIÓN DE 1981
Con el fin de preservar un estado casi homeostático, los investigadores transfieren las células infectadas a un nuevo medio de cultivo una vez a la semana. El microbiólogo y genetista molecular Bo Hu, también en UTHealth, usó microscopía electrónica para verificar que la estructura de la bacteria permaneciera invariable durante el cultivo.
Este enfoque es una versión modificada de un sistema de coincubación, introducido por primera vez en 1981 que mantuvo a las bacterias vivas durante aproximadamente 18 días. El sistema descrito esta semana en 'mBio' usa un medio de cultivo más complejo, uno que se emplea a menudo para cultivar la enfermedad de Lyme, que la configuración experimental original, dice Norris.
La profesora asistente de Patología y Medicina de Laboratorio en UTHealth Diane Edmondson, que trabaja con Norris y dirigió el nuevo estudio, dice que el conocimiento acumulado sobre la historia de vida del organismo ha ayudado a los investigadores a reconocer que 'T. Pallidum' no crece como otros organismos "Esperábamos que crecieran un poco más rápido que ellos --dice--, pero tal vez solo sean organismos de crecimiento lento. Una de las razones del éxito es aceptar que nunca obtendremos 1010 organismos por mililitro. Trabajamos con lo que realmente es".
La bacteria se transmite sexualmente, verticalmente de madre a hijo, o por transfusión de sangre. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses lanzaron un esfuerzo de erradicación de la sífilis en 1998, pero en 2017 las tasas de infección en Estados Unidos habían alcanzado sus niveles más altos desde antes de que comenzara el programa de erradicación.
La enfermedad es fácil de tratar si se diagnostica temprano. Norris dice que, en última instancia, espera modificar el sistema para hacerlo más eficiente, eliminando por completo la necesidad de células de tejido. Un proceso simplificado podría facilitar el desarrollo de nuevas formas de detectar, tratar o prevenir la infección, dice.
El nuevo proceso para cultivar 'T. Pallidum' también se puede usar para cultivar espiroquetas que causan enfermedades relacionadas con la sífilis, incluidas el pian y el bejel, dicen los autores, y esperan que otros grupos científicos adopten y usen el método para cultivar y estudiar los patógenos.