En qué consisten los acúfenos que padecen Coque Malla y Noah Higón

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Archivo - Noah Higón - AICE - Archivo
Publicado: domingo, 19 enero 2025 8:00

   MADRID, 19 Ene. (EDIZIONES) -

   El cantante Coque Malla y la paciente de 7 enfermedades raras Noah Higón coincidieron el otro día en el plató de un programa de 'prime time' en la televisión pública y hablaron sobre un problema que tienen en común, los acúfenos. Se trata de ruidos que algunas personas perciben en su cabeza y que no se han generado a partir de ninguna fuente externa, sino que son producto de sus neuronas.

   Ambos participantes del programa televisivo reconocían que ya se habían acostumbrado a este zumbido interno a día de hoy. "Los acúfenos solamente son audibles para las personas que los padecen, ya que no los producen ningún generador externo", según detalla la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC).

   Así, se trata de un problema, por desgracia, bastante frecuente en nuestra sociedad. "Se estima que la prevalencia del acúfeno se sitúa entre el 10-15%, pero no todos estos pacientes tienen síntomas emocionales", según nos explica a Europa Press Infosalus Pedro Cobo Parra, doctor en Ciencias Físicas por la UCM e investigador científico del Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información Leonardo Torres Quevedo (ITEFI) del CSIC, especializado en la evaluación y en el tratamiento del acúfeno, quien junto a la también investigadora del ITEFI María Cuesta Ruiz han publicado '¿Qué sabemos de? Los acúfenos' (CSIC-Catarata).

   Ahora bien, este experto precisa que la mayor parte, con el tiempo, se ha habitúa y un 1-2 % presenta acúfenos severos, que son aquellos que requieren de atención médica. "Coque Malla estaría en el primer grupo porque los dos primeros años dijo que fueron horribles, pero ahora indicó que se ha habituado y que no les prestaba atención", precisa.

   Puntualiza igualmente este experto que alrededor del 18% de la población ha percibido alguna vez este tipo de ruido, siendo lo habitual que este ruido remita de una manera natural en unas horas. Ahora bien, hay casos, como los antes citados, donde se hacen crónicos, pero no producen efectos significativos en el estado del paciente. "En un porcentaje bajo, en alrededor del 1% de la población, el acúfeno se descompensa generando sufrimiento emocional y produciendo un serio menoscabo de su bienestar", añade.

¿POR QUÉ SE DESARROLLAN?

   Dice que la principal causa para el desarrollo del acúfeno es la pérdida auditiva, a la que se puede llegar por dos caminos: envejecimiento (pérdida auditiva asociada a la edad); o bien por exposición al ruido. "Cada vez la población está más envejecida y hay cada vez más exposición al ruido, y como ejemplo muy claro tenemos a los menores con auriculares que pueden llegar a usarlos hasta 10 horas al día. Estos son potenciales pacientes de acúfeno en el futuro", remarca.

   Con ello, detalla Cobo que el acúfeno "es una alteración del funcionamiento del sistema auditivo", y explica en este sentido que éste sistema consta de dos partes: una periférica (oídos externo, medio e interno), donde el sonido es la vibración mecánica; y después una parte neural (todo el conjunto de neuronas que se conectan), y donde el sonido consiste en un tren de descargas eléctricas.

   "El acúfeno surge porque algunas de estas neuronas se descompensan por la plasticidad cerebral, ya que tratan de compensar algo que no funciona bien en la periferia, como es la pérdida auditiva. Esa descompensación se ve en un acúfeno. Esto hace que la misma pérdida auditiva en dos personas facilite el que uno desarrolle acúfenos y otros no", agrega.

   Aquí resalta, por tanto, que el distrés asociado al acúfeno se produce por una realimentación entre los sistemas auditivo neural y límbico dentro del cerebro. "Esta conexión es la responsable de la emoción que nos produce el sonido. (...) Un ruido estridente nos generará una sensación de malestar. Cuando la señal de acúfeno alcanza esta conexión se produce una molestia que, pasado un tiempo, puede exacerbarse dando lugar a estrés, ansiedad, o depresión. Un factor que influye mucho en la intensificación de la conexión entre los sistemas auditivo y límbico es la personalidad del sujeto. Las personas ansiosas, obsesivas o rumiantes tienen mayor probabilidad de descompensar su acúfeno", mantiene el investigador del CSIC.

NO SÓLO LA PÉRDIDA AUDITIVA ES LA CAUSA

   Pero también en el libro señalan Pedro Cobo y María Cuesta hay más causas de acúfenos, como los trastornos vestibulares; las migrañas; algunos trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad, o la rumia mental; alteraciones en las cervicales (cuello), o temporomandibulares, entre otras.

   A su vez, indican que los acuífenos pueden producirse en uno o ambos oídos, y dos personas cOn la misma causa, como por ejemplo como mencionábamos antes, con la misma pérdida auditiva pueden responder de manera totalmente diferente al acúfeno.

EL PROBLEMA DE SALUD MENTAL QUE CONLLEVAN

   "La vía auditiva, en su camino ascendente desde la periferia hasta la corteza auditiva, se conecta con la amígdala, al nivel del cerebro medio, uno de los componentes del sistema límbico, que es el responsable de la reacción emocional al acúfeno, es decir, también de su severidad. Cuando la persona que experimenta este sonido neural incrementa de manera exacerbada esta conexión auditiva-emocional, el sufrimiento del acúfeno crece y deviene un problema de salud", apuntan en el libro.

   No obstante, reconoce durante la entrevista Pedro Cobo Parra, a día de hoy no hay pruebas diagnósticas objetivas sobre los acúfenos, no existe un biomarcador como tal que indique el origen del acúfeno, y habitualmente en la actualidad se usan cuestionarios estandarizados para estimar el sufrimiento emocional asociado a este fenómeno.

TRATAMIENTOS DISPONIBLES

   Pero por si fuera poco, lamenta este investigador del CSIC, a día de hoy no hay un tratamiento para los acúfenos. Sí recuerda que hay investigaciones sobre fármacos en marcha pero que todavía no han cosechado ningún éxito al respecto, pero sí hay tratamientos muy eficaces para reducir el distrés al que se asocia.

   En este sentido, manifiesta que el tratamiento más extendido es uno que combina dos técnicas de habituación a las emociones (el consejo terapéutico), y al sonido en el sistema auditivo. "Explicarle a quien lo padece el origen y el mecanismo de su problema ayuda mucho en la gestión del mismo. Una cosa recurrente de la que se quejan pacientes es que no le explican el problema", afirma.

   La segunda parte consistiría en una terapia sonora, que hay "muchísimas", siendo la terapia de reentrenamiento del acúfeno o TRT la más extendida, a partir del empleo de un sonido blanco similar para todos los pacientes.

   No obstante, en 2021 el grupo de investigación de Cobo, Cuesa y Colina propusieron el empleo de una terapia con sonido personalizado, la de Ambiente Acústico Enriquecido o EAE: "A día de hoy ofrecemos a los participantes cuatro tipos de sonidos. Todos tienen la misma compensación de la pérdida auditiva, y como el factor de riesgo importante del acúfeno es la pérdida de audición en el volumen de ese sonido generado se mete una función de compensación de esa pérdida auditiva, y se intenta que el sonido esté más o menos ecualizado y lo perciba el paciente más o menos con la misma intensidad a todas las emociones".

   Actualmente se encuentra en fase de validación experimental y su principal ventaja, tal y como remarca, es que es una terapia personalizada, y presenta "resultados muy prometedores con una efectividad superior al 90%".

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