MADRID 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las personas que buscan atención de emergencia por consumo de alucinógenos tienen un riesgo 2,6 veces mayor de morir en un plazo de 5 años que la población general, según un nuevo estudio de expertos del Bruyère Health Research Institute y del Hospital de Ottawa (Canadá).
Publicado en 'CMAJ' (Canadian Medical Association Journal) el trabajo expone que el consumo de alucinógenos, como la ketamina, los psicodélicos, la psilocibina, el LSD, la ayahuasca y el MDMA (éxtasis), ha aumentado rápidamente desde mediados de la década de 2010. Especialmente en Canadá y Estados Unidos. En Estados Unidos, el porcentaje de personas que declararon haber consumido alucinógenos aumentó más del doble, pasando del 3,8 % en 2016 al 8,9% en 2021.
"En Canadá, se estima que el 5,9% de las personas consumieron un psicodélico como el LSD o la psilocibina en 2023, y el consumo llegó a alcanzar el 13,9 % en personas de entre 20 y 24 años", advierte el doctor Daniel Myran, médico de familia e investigador médico en salud pública y medicina preventiva del ICES, el Bruyère Health Research Institute y el Hospital de Ottawa.
El aumento del uso puede reflejar en parte el creciente interés médico y social en combinar los psicodélicos con la psicoterapia para la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias. Sin embargo, aunque los ensayos de terapia asistida con psicodélicos han sido generalmente seguros, hay pocos datos sobre si los alucinógenos podrían aumentar el riesgo de eventos adversos, como pensamientos de suicidio y muerte, cuando se usan fuera de entornos de ensayos clínicos cuidadosamente controlados o en poblaciones actualmente excluidas de los ensayos.
"A pesar de la creciente popularidad del consumo de alucinógenos, sabemos sorprendentemente poco sobre los posibles efectos adversos de estos fármacos, como los riesgos de mortalidad. Los ensayos clínicos actuales no han observado ningún aumento a corto plazo del riesgo de efectos adversos graves, incluida la muerte, en los participantes del ensayo. Sin embargo, estos estudios implican una supervisión y una terapia cuidadosas de los participantes del ensayo y excluyen a las personas con alto riesgo de resultados adversos", aporta el doctor Myran.
Para entender mejor si existe una asociación entre el consumo de alucinógenos y un mayor riesgo de muerte, los investigadores analizaron los datos de atención médica que posee el ICES sobre visitas a servicios de urgencias, hospitalizaciones y visitas médicas ambulatorias de más de 11,4 millones de personas en Ontario de entre 15 y 105 años. Del grupo total, 7954 (0,07 %) buscaron atención aguda por consumo de alucinógenos.
El riesgo de muerte en un plazo de 5 años para las personas que buscaron atención aguda por consumo de alucinógenos fue casi 10 veces mayor que el de alguien de la misma edad y sexo en la población general. Las personas que recibieron atención aguda por consumo de alucinógenos tenían más comorbilidades médicas.
Después de tener en cuenta otras condiciones de salud mental y el uso de sustancias junto con las comorbilidades médicas (que generalmente fueron mucho más comunes en quienes usaban alucinógenos que en la población general), las personas con visitas de atención aguda que involucraban alucinógenos siguieron teniendo un riesgo elevado de muerte (2,6 veces mayor).
Las personas que necesitaban atención aguda por consumo de alucinógenos tenían más probabilidades de vivir en barrios de bajos ingresos, de haber estado sin hogar en el momento de una visita de atención aguda anterior, de haber residido en Canadá durante mucho tiempo, de tener afecciones crónicas de salud y/o de haber recibido atención por un problema de salud mental o un trastorno por consumo de sustancias en los 3 años anteriores. Tenían un mayor riesgo de muerte que las personas que buscaban atención aguda relacionada con el alcohol, pero un menor riesgo de muerte que las personas que necesitaban atención aguda por consumo de opioides o estimulantes.
"Los hallazgos resaltan la necesidad de continuar investigando y comunicando tanto los posibles beneficios como los riesgos del uso de alucinógenos, en particular el uso fuera de los ensayos clínicos, dado el rápido aumento del uso en la población general", finaliza el doctor Marco Solmi, psiquiatra del Hospital de Ottawa y profesor asociado de la Universidad de Ottawa.