La contaminación acústica urbana puede influir en la predicción y pronóstico del riesgo cardiovascular tras un infarto

Archivo - Atasco en la autovía A5, en el inicio del Puente del Pilar, a 11 de octubre de 2023, en Madrid (España).
Archivo - Atasco en la autovía A5, en el inicio del Puente del Pilar, a 11 de octubre de 2023, en Madrid (España). - Alejandro Martínez Vélez - Europa Press - Archivo
Publicado: martes, 27 agosto 2024 18:54

MADRID 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

El estudio DECIBEL-MI realizado en diferentes ciudades europeas destaca que la contaminación acústica urbana tiene un impacto negativo significativo en la salud cardíaca, según datos presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2024.

Los hallazgos muestran que los pacientes jóvenes de 50 años o menos que sufrieron un infarto de miocardio (IM) habían estado expuestos a niveles más altos de ruido que la población general. El estudio demuestra que el ruido urbano podría aumentar significativamente el riesgo de infarto de miocardio de aparición temprana en personas jóvenes con factores de riesgo tradicionales bajos. Incluir la exposición al ruido en los modelos de predicción de riesgo ayuda a identificar con precisión a las personas en riesgo, lo que conduce a una prevención mejor dirigida.

El estudio DECIBEL-MI incluyó a 430 pacientes consecutivos que vivían en Bremen, Alemania, de 50 años o menos con infarto agudo de miocardio que fueron ingresados en un centro cardíaco local. Cuando se calcularon los niveles de exposición al ruido residencial, los investigadores observaron una mayor incidencia de exposición al ruido en comparación con la población general en la misma región.

Los pacientes con infarto de miocardio y una puntuación baja en la escala LIFE-CVD (=2,5%), lo que indica un nivel bajo de factores de riesgo tradicionales, como el tabaquismo o la diabetes, mostraron una exposición al ruido significativamente mayor en comparación con aquellos con una puntuación alta en la escala LIFE-CVD. Esto es crucial porque los modelos tradicionales de evaluación del riesgo pueden subestimar el riesgo cardiovascular en individuos jóvenes que, de otro modo, se consideran de bajo riesgo.

Al incorporar la exposición al ruido en estos modelos, es posible identificar con mayor precisión a aquellos con un riesgo elevado de infarto de miocardio, lo que permite medidas e intervenciones preventivas mejor dirigidas.

Otro estudio realizado en Francia evaluó el impacto de la exposición al ruido ambiental en el pronóstico después de un primer infarto de miocardio. "En el estudio ENVI-MI, encontramos una fuerte asociación entre la exposición al ruido urbano, en particular por la noche, y un peor pronóstico al año de un primer infarto de miocardio", explica la investigadora del estudio, la profesora Marianne Zeller de la Universidad de Borgoña y el Hospital de Dijon, Francia.

Se recogieron datos de la base de datos del observatorio francés (RICO) de 864 pacientes hospitalizados por un infarto agudo de miocardio que sobrevivieron al menos 28 días después del infarto. En el seguimiento de un año, el 19 por ciento presentó un evento cardiovascular adverso importante (MACE; muerte cardíaca, rehospitalización por insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio recurrente, revascularización de urgencia, accidente cerebrovascular, angina y/o angina inestable).

Los niveles de exposición diaria al ruido medidos en el domicilio de cada paciente se consideraron moderados y representativos de una gran parte de la población europea. Cabe destacar que hubo un aumento del 25 por ciento del riesgo de MACE por cada aumento de 10 dB(A) en el ruido durante la noche, independientemente de la contaminación del aire, los niveles socioeconómicos y otros factores de confusión.

"Estos datos proporcionan algunas de las primeras ideas de que la exposición al ruido puede afectar el pronóstico. Si se confirma mediante estudios prospectivos más amplios, nuestro análisis podría ayudar a identificar nuevas oportunidades para estrategias de prevención secundaria basadas en el entorno, incluidas las barreras acústicas para pacientes con alto riesgo de infarto de miocardio", añade el profesor Zeller.