MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por el Instituto Neurológico Barrow en Arizona (EEUU) ha revelado que vivir en áreas con mayores niveles de contaminación atmosférica aumenta un 25 por ciento el riesgo de tener Parkinson.
El estudio, que será presentado en la 75 Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología que se celebra en Boston del 22 al 27 de abril de 2023, analizó las partículas finas, PM2.5, de menos de 2,5 micras de diámetro. Estas partículas proceden de los gases de escape de los vehículos de motor, la quema de combustibles por parte de centrales eléctricas y otras industrias y los incendios forestales y de pastos.
La autora del estudio, Brittany Krzyzanowski, explica que, en sus investigaciones pudo comprobar que "las personas expuestas a los niveles más altos de partículas finas de contaminación del aire tenían un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson en comparación con las personas expuestas a los niveles más bajos".
En el estudio participaron más de 22,5 millones de personas inscritas en Medicare en 2009. De este grupo, los investigadores identificaron a 83.674 personas con enfermedad de Parkinson, averiguaron dónde vivían en Estados Unidos y calcularon las tasas de la enfermedad de Parkinson para varias regiones.
También estimaron los niveles promedio de exposición a la contaminación del aire para los participantes del estudio utilizando los códigos postales y los condados donde vivían, así como una fuente de datos de contaminación del aire sobre las concentraciones anuales promedio de partículas finas.
A continuación, los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos en función de la exposición media a la contaminación atmosférica. Las personas del grupo de mayor exposición tenían una exposición media anual de 19 microgramos por metro cúbico (mg/m3) de partículas finas. Las personas del grupo de menor exposición tenían una exposición media anual de cinco mg/m3.
En el grupo de mayor exposición, se desarrollaron 434 nuevos casos de enfermedad de Parkinson por cada 100.000 personas, en comparación con 359 casos en el grupo de menor exposición. Con esto se concluyó que las personas con mayor exposición a la contaminación tienen mayor riesgo de padecer Parkinson.