MADRID, 13 Dic. (EDIZIONES) -
Un gran estudio de los por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos ha descubierto que una mayor exposición a la contaminación del aire a largo plazo está relacionada con mayores riesgos de coágulos sanguíneos que pueden ocurrir en las venas profundas, que, si no se tratan, pueden bloquear el flujo sanguíneo y causar complicaciones graves, incluso la muerte.
Estos hallazgos, publicado en 'Blood', provienen de un estudio longitudinal que incluyó a 6.651 adultos estadounidenses a los que se les hizo un seguimiento durante un promedio de 17 años entre 2000 y 2018. Los participantes vivían en o cerca de una de las seis principales áreas metropolitanas: Nueva York, Baltimore, Chicago, Los Ángeles, Minneapolis y Winston-Salem, Carolina del Norte.
A lo largo del estudio, 248 adultos, el 3,7% de la muestra del estudio, desarrollaron coágulos de sangre en venas profundas que requirieron atención hospitalaria. La probabilidad de este resultado se relacionó con un riesgo que iba desde un 39% hasta un aumento de más del doble en función de la exposición a largo plazo a tres tipos diferentes de contaminantes del aire.
La exposición a la contaminación del aire, que puede generar inflamación y contribuir a la coagulación sanguínea, se ha asociado desde hace mucho tiempo con enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Si bien investigaciones anteriores también han sugerido un vínculo con la TEV, este es el estudio estadounidense más amplio y completo que informa esa asociación con tres tipos diferentes de contaminantes del aire.
Este análisis incluía la exposición a partículas diminutas de contaminación del aire iguales o menores a 2,5 micrómetros , que pueden inhalarse de una variedad de fuentes, incluido el humo de las centrales eléctricas que queman carbón, los incendios forestales y los escapes de los vehículos de motor.
Los participantes con una mayor exposición general a este tipo de contaminación del aire tenían un riesgo asociado de TEV un 39% mayor en comparación con las personas expuestas a niveles más bajos. Las personas con mayor exposición a óxidos de nitrógeno y dióxido de nitrógeno, contaminantes que se encuentran con mayor frecuencia en los escapes de los vehículos, tenían un riesgo respectivo de entre el 121% y el 174% mayor.
Para llegar a estos hallazgos, los investigadores analizaron la relación entre los pacientes hospitalizados por TEV y los niveles de contaminación del aire recopilados a través de un extenso monitoreo quincenal a nivel comunitario, incluidas muestras tomadas de los hogares de los participantes.
Luego compararon a los que tenían los niveles de exposición más altos (el 75% superior) con los que tenían la exposición más baja (el 25% inferior). También realizaron múltiples análisis para controlar las variables asociadas con la TEV, como la edad, la exposición al tabaco y las afecciones respiratorias y de salud subyacentes.