Cómo contraemos la 'helicobacter pylori': la tienen 4 de cada 10 personas

Archivo - Test de 'Helicobacter pylori'. - DUSANPETKOVIC/ISTOCK - ARCHIVO

   MADRID, 3 Nov. (EDIZIONES) -

   En el hombre de los hielos del neolítico, más conocido como la momia Ötzi, el hombre europeo más antiguo del que se tiene constancia, y de casi 5.300 años de antigüedad, se encontró la bacteria 'Helicobacter Pylori', sobre la que centramos hoy nuestro artículo, una bacteria que suele dar mucho que hablar, aunque no siempre 'es mala'.

   El caso es que 4 de cada 10 personas en España están infectadas de 'helicobacter Pylori', según datos de la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD), mientras que, en los países menos desarrollados, y con peores condiciones sanitarias, su incidencia puede llegar al 80% de la población.

   Se trata de una infección que suele contraerse en la infancia, raros son los casos que se contagian en la edad adulta, tal y como reconoce esta institución científica; al tiempo que suele persistir toda la vida. Raramente se resuelve espontáneamente, si bien sólo provoca síntomas en un pequeño porcentaje de personas (10-25%), cuenta la FEAD.

   Ana Esteban es una médico intensivista, que trabaja en una UCI en Santa Cruz de Tenerife. Cuenta también a sus espaldas con muchos años de formación en patologías digestivas, y de hecho tiene una consulta 'online' especializada en la materia. Fruto de ello acaba de publicar con RBA 'Una digestión feliz', y desde Europa Press Infosalus le entrevistamos.

   Nos cuenta que su interés por las patologías digestivas creció con los años gracias a su experiencia en cuidados intensivos: "Se ven muchos pacientes de muchos tipos y se ponen tratamientos. Algunos se curan y otros no. Empecé a investigar y a darme cuenta de que la nutrición y la salud digestiva son fundamentales para mantener el resto de sistemas e influían en muchas ocasiones en los pacientes y en cómo respondían a los tratamientos, y por eso empecé a formarme más en este ámbito".

   Señala que, fundamentalmente, nos contagiamos de 'helicobacter pylori' a través del agua, de la bebida. Desde la FEAD añaden que la infección puede producirse vía fecal-oral, o bien oral-oral. En el caso concreto de los países desarrollados mantiene que estos contagios suelen producirse dentro del ámbito familiar, de padres a hijos o entre hermanos; mientras que en los países en vías de desarrollo, el contagio es por las heces, a través de las aguas contaminadas.

NO SIEMPRE ES MALA

   "Es una bacteria que no siempre es mala. Se considera que forma parte de la diversidad de microorganismos que viven en nuestro sistema digestivo. Pero no en todas las zonas del mundo es igual de virulenta. Por ejemplo, en África, un 70% de la población está contagiada, si bien apenas da problemas. Mientras que la cepa que se mueve por Asia es más agresiva, y se trata de una zona donde el cáncer de estómago es más frecuente y muy ligado a la 'helicobacter pylori'", relata.

   Ahora bien, sí se relaciona con distintas enfermedades, como la gastritis, las úlceras pépticas, el cáncer de estómago como hemos visto, y un tipo raro de linfoma gástrico ('maltoma' o linfoma MALT). Es posible que también dé lugar al SIBO, ahora tan de moda, tal y como explica: "Una de las cosas que hace es que disminuye la secreción de ácido en el estómago, y hay personas que lo relacionan con el desarrollo de SIBO por esa falta de ácido en el estómago, aunque a día de hoy no está muy claro".

   También algunos estudios la relacionan con enfermedades no digestivas como el hierro bajo, la trombocitopenia o plaquetas bajas, así como la diabetes mellitus, o la enfermedad coronaria, relata esta especialista.

   "Pero también protege de otras patologías, como del reflujo gastroesofágico, del esófago de Barret, o frente al desarrollo de enfermedad celiaca en aquellas personas que estén predispuestas genéticamente, además de que en la enfermedad de Crohn podría tener cierto papel protector", agrega esta experta.

CUÁNDO HAY QUE TRATARLA

   En Europa dice que se recomienda sólo analizarla si se tienen síntomas compatibles, como gastritis, y no hay antecedentes en la familia de cáncer de estómago, de cáncer del sistema inmune en intestino (MALT), sino tienes historia de úlcera, y si no da síntomas.

   Desde FEAD recogen que, en ocasiones, los síntomas no son tan intensos, como molestias gástricas y malas digestiones (dispepsia funcional), "que mejora en numerosas ocasiones tratando la infección por esta bacteria".

   Para su diagnóstico, la doctora Esteban señala que hay varias pruebas, siendo la que más se utiliza el test del aliento de la ureasa, en la que te proporcionan una cápsula con urea marcada, dado que esta bacteria metaboliza la urea convirtiéndola en amonio, de manera que tras ingerirla se comprueba si hay helicobacter viendo si ha metabolizado o no esta sustancia. "Otro método mediante endoscopia, o en una biopsia verlo, así como analizando el antígeno de helicobacter pylori en heces".

   Sobre sus principales signos de sospecha apunta a todos aquellos que son compatibles con las gastritis, el dolor en la boca del estómago, que el estómago te duela tras ingerir alimentos ácidos (limón, café, o chocolate), tener náuseas, falta de apetito, o como que tienes el estómago inflamado.