MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Potenciar "el uso precoz de todo el arsenal terapéutico disponible actualmente, con el objetivo de controlar la actividad inflamatoria del lupus sin usar corticoides o usándolos a muy bajas dosis" es uno de los principales retos del abordaje de esta patología, según ha asegurado el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid), el doctor José Luis Andréu.
Otro reto es desarrollar estrategias multidisciplinarias de tratamiento de síntomas "no inflamatorios" como el dolor, la fatiga o la niebla mental que, en ocasiones, son los que más impactan en la calidad de vida de las personas afectadas. Así lo ha señalado durante 'XVI Curso de Lupus Eritematoso Sistémico y Síndrome Antifosfolípido' de la Sociedad Española de Reumatología, que se ha celebrado este fin de semana, con la colaboración de GSK.
Tanto el lupus eritematoso sistémico (LES) como el síndrome antifosfolipídico (SAF) continúan siendo enfermedades autoinmunes sistémicas complejas que suponen un desafío diagnóstico y terapéutico diario. Por este motivo, es fundamental "la concienciación entre los profesionales de la salud sobre cuándo sospechar que una persona padece LES o SAF y establecer vías rápidas de derivación a los servicios de Reumatología para potenciar el diagnóstico precoz", ha añadido.
En este mismo sentido, la reumatóloga del Complejo Asistencial Universitario de León y también coordinadora del curso, la doctora Clara Moriano, ha afirmado que "el diagnóstico precoz es clave y la única forma de poder implementar estrategias terapéuticas precoces y globales que permitan minimizar complicaciones de la propia enfermedad y de los fármacos empleados, así como prevenir comorbilidades".
Asimismo, ha señalado que "es importante definir mejor los perfiles de pacientes e incidir en el manejo multidisciplinar, aunque los nuevos criterios de clasificación permiten discriminar mejor a los pacientes".
Por otro lado, en el caso del LES, la especialista ha asegurado que en los últimos años se ha avanzado en la comprensión de la patogénesis de la enfermedad. "Creo que hemos mejorado en la visión global e integral de estos afectados y en minimizar el uso de glucocorticoides, ahora que empiezan a existir fármacos más eficaces y dirigidos a manifestaciones concretas del LES; así como en tener en cuenta las comorbilidades asociadas. Sin embargo, la gran heterogeneidad de la enfermedad, con diferentes fenotipos clínicos o genómicos, dificulta su manejo", ha añadido.
En cuanto al SAF, "la patogenia aún no se comprende completamente y, aunque se ha avanzado en el conocimiento de la patología y de posibles autoanticuerpos implicados, falta un enfoque uniforme debido a la afectación orgánica tan heterogénea que implica esta enfermedad tromboinflamatoria adquirida", ha explicado la experta.
Por último, desde la Fundación Española de Reumatología, junto con la Sociedad Riojana de Reumatología, la asociación SAF España y la Federación Española de Lupus (FELUPUS), han lanzado una campaña con el fin de dar visibilidad a ambas patologías.