MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los corazones de donantes de personas con COVID-19 parecen ser tan seguros para el trasplante como los de personas sin COVID-19, según un análisis a corto plazo presentado en las Sesiones Científicas 2022 de la Asociación Americana del Corazón. El análisis incluye datos de los primeros 84 receptores de trasplantes de corazón de donantes COVID positivos en los Estados Unidos.
"Estos hallazgos sugieren que podríamos ser más proactivos a la hora de aceptar donantes positivos a COVID-19 cuando los pacientes necesiten urgentemente un órgano para un trasplante de corazón", afirma el autor del estudio, Samuel T. Kim, estudiante de tercer año de medicina en la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles.
Las directrices de 2022 de la Asociación Americana del Corazón, el Colegio Americano de Cardiología y la Sociedad Americana de Insuficiencia Cardíaca para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca recomiendan el trasplante de corazón para las personas que evolucionan a una insuficiencia cardíaca avanzada (estadio D). Las personas con insuficiencia cardíaca en estadio D presentan síntomas graves, como dificultad para respirar, fatiga e hinchazón, que interfieren en la vida diaria y pueden provocar hospitalizaciones recurrentes a pesar de recibir tratamientos médicos óptimos.
"A pesar del aumento de la necesidad de esta operación, hay una escasez continua de órganos de donantes disponibles para las personas que necesitan un trasplante. La pandemia de COVID-19 empeoró las cosas con un aumento de la tasa de donantes que dan positivo en la prueba de COVID-19, lo que generalmente hace que los donantes no sean aptos para el trasplante --recuerda Kim--. Sin embargo, varios centros académicos han empezado a utilizar corazones de donantes positivos a COVID-19 para trasplantes de corazón en los últimos meses y han informado de buenos resultados".
Los investigadores de este estudio analizaron la base de datos de la Red Unida para la Compartición de Órganos para todos los trasplantes de corazón de adultos en los Estados Unidos desde febrero de 2021 hasta marzo de 2022, que incluyó los primeros 84 trasplantes de corazón de donantes positivos para COVID-19 entre 3.289 trasplantes de corazón totales.
Compararon los resultados hasta 30 días después del trasplante entre los pacientes que recibieron corazones de donantes COVID-19 positivos y los que recibieron corazones de donantes COVID-19 negativos. Los investigadores evaluaron las tasas de muerte en el hospital o en los 30 días siguientes a la operación, las complicaciones postoperatorias y la muerte por causas específicas, como infecciones y complicaciones pulmonares, que son preocupaciones conocidas para las personas que han tenido COVID-19.
El análisis concluyó que las diferencias en los resultados del trasplante entre los grupos no eran estadísticamente significativas. Así, se constató que ambos grupos de receptores de órganos de donantes tuvieron tasas similares de muerte en el hospital y a los 30 días del trasplante, así como tasas similares de complicaciones como el fallo del injerto (una condición en la que el cuerpo rechaza el nuevo órgano) y complicaciones pulmonares.
La estancia media en el hospital de quienes recibieron un corazón de un donante con COVID-19 fue de 15 días, frente a los 17 días de los pacientes que recibieron un corazón de un donante sin COVID-19; el rechazo de órganos se produjo en el 2,4% de los receptores de donantes COVID-19 positivos, frente al 1% de los demás, y el 96,1% de las personas que recibieron corazones de donantes positivos al COVID-19 sobrevivieron los primeros 30 días, en comparación con el 97% de los que recibieron corazones de donantes sin el virus. Entre los cuatro pacientes que murieron tras recibir un corazón de un donante COVID-19 positivo, ninguno falleció por causas respiratorias o infecciones.
Los investigadores se reconocen sorprendidos por los resultados. "Concretamente, pensábamos que la muerte por causas respiratorias o relacionadas con los pulmones sería un problema entre los receptores que recibían corazones de donantes con COVID-19 --admite Kim--. Sin embargo, no encontramos tales diferencias y, de hecho, este estudio ofrece una evidencia temprana de que los corazones de donantes con COVID-19 pueden ser tan seguros como los corazones sin COVID-19 para el trasplante de corazón".
"Estos hallazgos aportan pruebas de que los resultados fueron similares a los 30 días después del trasplante entre los pacientes que recibieron corazones de donantes COVID-19-positivos, por lo que los riesgos potenciales parecen ser menores de lo esperado", resalta el doctor Eldrin F. Lewis, presidente del Comité de Publicaciones Científicas de la Asociación, especialista en insuficiencia cardíaca y trasplante de corazón en fase avanzada, y profesor Simon H. Stertzer M.D. de Medicina Cardiovascular y presidente de la división de medicina cardiovascular de la Universidad de Stanford.
"A su vez, esto puede ayudar a solucionar la escasez de corazones de donantes para trasplantes y a reducir los tiempos de espera, ya que las personas suelen enfermar más a medida que avanza la insuficiencia cardíaca mientras esperan que haya un corazón de donante disponible", añade.
Los autores precisan que el impacto del estudio está limitado por el pequeño tamaño de la muestra, y el análisis puede tener poca potencia para detectar diferencias en las experiencias de trasplante de corazón, por lo que apostillan que se necesitan estudios a más largo plazo para evaluar la evolución de los pacientes que reciben corazones de donantes COVID-19 positivos más allá de los 30 días posteriores a la intervención y la tasa de fracaso temprano del injerto.