MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Estudios recientes han mostrado que el nuevo coronavirus que causa COVID-19 puede sobrevivir en el tracto digestivo humano y aparecer en las heces de los infectados, lo que aumenta la posibilidad de que la enfermedad se transmita con el uso de inodoros.
Los investigadores han comprobado, mediante una simulación por computadora, que un inodoro con descarga de agua puede crear una nube de gotas de aerosol que contienen virus los suficientemente grande, extendida y duradera como para que otras personas puedan respirar las gotas.
La descarga de agua de los inodoros crea una gran cantidad de turbulencia, y la evidencia cualitativa sugiere que esto puede propagar bacterias y virus. Sin embargo, el público aún desconoce en gran medida esta vía de infección, ya que se han realizado pocos estudios cuantitativos para investigar este posible mecanismo.
Según publican los autores en la revista 'Physics of Fluids', utilizaron modelos informáticos precisos para simular los flujos de agua y aire en un inodoro y la nube de gotas resultante.
Usaron un conjunto estándar de fórmulas dinámicas de fluidos, conocidas como las ecuaciones de Navier-Stokes, para simular la descarga en dos tipos de inodoros: uno con una sola entrada para descargar agua y otro con dos entradas para crear un flujo rotativo.
También emplearon un modelo de fase discreta para simular el movimiento de las numerosas gotas pequeñas expulsadas de la taza del inodoro al aire. Recientemente se utilizó un modelo similar para simular el movimiento de las gotas de aerosol expulsadas durante una tos humana.
Según indican, los resultados de las simulaciones fueron sorprendentes. Cuando el agua se vierte en la taza del inodoro por un lado, golpea el lado opuesto, creando vórtices. Estos vórtices continúan hacia arriba en el aire sobre el tazón, llevando las gotas a una altura de casi un metro, donde pueden inhalarse o depositarse en las superficies.
Estas gotas son tan pequeñas que flotan en el aire durante más de un minuto. Un inodoro con dos puertos de entrada para agua genera una velocidad aún mayor de partículas de aerosol que fluyen hacia arriba.
"Uno puede prever que la velocidad será aún mayor cuando un inodoro se usa con frecuencia, como en el caso de un inodoro familiar durante un tiempo ocupado o un inodoro público que sirve a un área densamente poblada", señala el coautor Ji-Xiang Wang, de la Universidad de Yangzhou, en China.
Las simulaciones muestran que casi el 60% de las partículas expulsadas se elevan por encima del asiento para un inodoro con dos puertos de entrada. Una solución a este problema mortal es simplemente cerrar la tapa antes de enjuagar, ya que esto debería disminuir la propagación de aerosoles.
Sin embargo, en muchos países, incluido Estados Unidos, los inodoros en los baños públicos a menudo no tienen tapas. Esto plantea un grave peligro. Los investigadores también sugieren que un mejor diseño de inodoro incluiría una tapa que se cierre automáticamente antes de descargar.