MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Nefrólogos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), pertenecientes al Grupo Español de Estudio de la Nefropatía Diabética (GEENDIAB), han advertido de la necesidad de seguir insistiendo un manejo integral para mejorar el tratamiento de los pacientes con enfermedad renal diabética, cuyo coste es un 86 por ciento más caro que el de los pacientes con diabetes mellitus.
Como ejemplo, buena parte del tratamiento de enfermos con diabetes incluyen el uso de fármacos que se eliminan por vía renal, aspecto que se complica cuando se trata de enfermos que también tienen insuficiencia renal
Por ello, los expertos han puesto de manifiesto la importancia de la diabetes como principal causa de la enfermedad renal crónica (ERC), con un 24 por ciento de los pacientes que inician tratamiento renal sustitutivo como consecuencia de esta patología, convirtiéndola en la primera causa de ERC en sus estadios más avanzados.
Según los últimos datos del Registro Español de Enfermedades Renales, la incidencia de la diabetes sobre la ERC ha crecido cinco puntos en la última década. Ante este crecimiento, los nefrólogos han insistido en la necesidad de reducir las complicaciones renales en los pacientes con diabetes.
Asimismo, en el marco de la celebración de un taller de formación para nefrólogos expertos en enfermedad renal diabética en el que han participado 40 especialistas, éstos han subrayado que el objetivo último debe ser la detección y manejo precoz de la diabetes y la enfermedad renal diabética, y concienciar sobre ello a la sociedad y los profesionales en particular, para así reducir las complicaciones en este tipo de pacientes.
Los nefrólogos han analizado los últimos avances y fármacos que han comenzado a utilizarse para el tratamiento de esta patología en los últimos dos años, que presentan unos resultados positivos y que pueden implicar importantes ventajas para reducir la progresión de la enfermedad y mejorar los diagnósticos de los problemas renales y cardiovasculares en los pacientes renales.
Entre ellos, los inhibidores del transportador renal sodio-glucosa (iSLGT2), con efectos beneficiosos para la mejoría del control glucémico, la reducción de las tasas de mortalidad renal y cardiovascular y la reducción de la progresión de enfermedad renal en pacientes con diabetes tipo 2; y los fármacos agonistas del receptor del GLP-1, que permiten una reducción de la albuminuria y la posibilidad de utilizarlos en pacientes con una función renal muy reducida. Ambos grupos farmacológicos han demostrado efecto beneficioso renal y cardiovascular.