MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con COVID-19 que reciben oxígeno o experimentan fiebre muestran un menor volumen de materia gris en la red frontal-temporal del cerebro, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Georgia y el Instituto Tecnológico de Georgia (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista 'Neurobiology of Stress', ha evidenciado que un menor volumen de materia gris en esta región del cerebro se asociaba a un mayor nivel de discapacidad entre los pacientes con COVID-19, incluso seis meses después del alta hospitalaria.
La materia gris es vital para procesar la información en el cerebro y la anormalidad de la materia gris puede afectar al funcionamiento y la comunicación de las neuronas. El estudio indica que la materia gris de la red frontal podría representar una región central de afectación cerebral en COVID-19, incluso más allá de los daños relacionados con las manifestaciones clínicas de la enfermedad, como el ictus.
Los investigadores analizaron tomografías computarizadas en 120 pacientes neurológicos, incluidos 58 con COVID-19 agudo y 62 sin COVID-19, emparejados por edad, sexo y enfermedad. El trabajo se realizó conjuntamente con Enrico Premi y sus colegas de la Universidad de Brescia (Italia), que proporcionaron los datos para el estudio. Utilizaron un análisis de morfometría basado en la fuente, que aumenta la potencia estadística de los estudios con un tamaño de muestra moderado.
"La ciencia ha demostrado que la estructura del cerebro afecta a su función, y las imágenes cerebrales anormales han surgido como una característica importante de la COVID-19. Estudios anteriores han examinado cómo el cerebro se ve afectado por COVID-19 utilizando un enfoque univariante, pero el nuestro es el primero en utilizar un enfoque multivariante, basado en datos, para vincular estos cambios a las características específicas de COVID-19 (por ejemplo, la fiebre y la falta de oxígeno) y el resultado (nivel de discapacidad)", explica el doctor Kuaikuai Duan, uno de los autores de la investigación.
El análisis mostró que los pacientes con mayores niveles de discapacidad tenían un menor volumen de materia gris en los giros frontales superior, medial y medio en el momento del alta y seis meses después, incluso cuando se controlaban las enfermedades cerebrovasculares.
El volumen de materia gris en esta región también se redujo significativamente en los pacientes que recibían oxigenoterapia en comparación con los que no la recibían. Los pacientes con fiebre presentaron una reducción significativa del volumen de materia gris en los giros temporales inferior y medio y en la circunvolución fusiforme en comparación con los pacientes sin fiebre. Los resultados sugieren que la COVID-19 puede afectar a la red frontal-temporal a través de la fiebre o la falta de oxígeno.
También se observó una reducción de la materia gris en los giros frontales superior, medial y medio en los pacientes con agitación en comparación con los pacientes sin agitación. Esto implica que los cambios en la materia gris de la región frontal del cerebro pueden ser la base de las alteraciones del estado de ánimo que suelen presentar los pacientes con COVID-19.
"Cada vez se documentan más complicaciones neurológicas en los pacientes con COVID-19. También se ha demostrado que la reducción de la materia gris está presente en otros trastornos del estado de ánimo, como la esquizofrenia, y es probable que esté relacionada con la forma en que la materia gris influye en la función de las neuronas", detalla otro de los responsables del trabajo, Vince Calhoun.
Los resultados del estudio apuntan que los cambios en la red frontal-temporal podrían utilizarse como biomarcador para determinar el probable pronóstico de COVID-19 o evaluar las opciones de tratamiento de la enfermedad. A continuación, los investigadores esperan replicar el estudio en una muestra de mayor tamaño que incluya muchos tipos de escáneres cerebrales y diferentes poblaciones de pacientes.