MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes de ictus con Covid-19 se enfrentan a peores pronósticos y suelen ser más jóvenes y sanos, según una investigación de la Universidad Thomas Jefferson, en Pensilvania (Estados Unidos), presentada en la 19 Reunión Anual de la Sociedad de Cirugía Neurointervencionista.
En concreto, según el estudio, las personas con Covid-19 tienen más de 2,5 veces más probabilidades de tener un resultado desfavorable y de enfrentarse a una difícil recuperación tras el ictus.
El estudio revisó los datos de 575 pacientes con oclusión aguda de grandes vasos (OVG): 194 que tenían Covid-19 y 381 que no. Estos pacientes abarcaron casi 50 centros de ictus con trombectomía integral de toda Europa y Norteamérica.
El grupo de control estaba compuesto por pacientes que presentaron una OVG y recibieron una trombectomía mecánica entre enero de 2018 y diciembre de 2020. La trombectomía es un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza un catéter para reabrir las arterias bloqueadas en el cerebro.
En el estudio, los autores compararon qué pacientes tuvieron revascularizaciones exitosas (un procedimiento destinado a restablecer el flujo sanguíneo en las arterias o venas bloqueadas) y salieron del hospital con poca o ninguna discapacidad.
De los individuos con Covid-19, la gravedad del virus al inicio del ictus fue moderada en el 75,5 por ciento de los casos, grave en el 15,8 por ciento y crítica en el 8,7 por ciento. La duración media entre los síntomas y la aparición del ictus fue de unos nueve días, y el 34 por ciento del grupo con Covid-19 tuvo un ictus como primer síntoma de la enfermedad.
Los investigadores descubrieron que los pacientes con Covid-19 (que eran más jóvenes y tenían menos factores de riesgo) tenían menos probabilidades de lograr una revascularización exitosa. Además, la trombectomía se prolongó en el grupo con Covid-19, al igual que la duración de la estancia hospitalaria.
Lo más alarmante es que las tasas de mortalidad fueron más de dos veces superiores en el grupo Covid-19 en comparación con el control. En general, la Covid-19 fue un factor de predicción de peores resultados, a pesar de que muchos de los pacientes eran más jóvenes, estaban más sanos e incluso tenían síntomas leves del virus antes de la aparición del ictus.
"Todavía nos queda mucho por aprender sobre el Covid-19, especialmente su impacto en los pacientes más jóvenes", ha expresado el doctor Pascal Jabbour, autor principal del estudio, profesor de cirugía neurológica y jefe de la división de neurocirugía vascular y endovascular de la Universidad Thomas Jefferson. "El impacto del ictus en los individuos con Covid-19 es alarmante y debemos seguir investigando y poniendo remedio", concluye.