MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de científicos ha desarrollado un método para producir rápidamente anticuerpos humanos específicos en el laboratorio. La técnica, que se describirá en un artículo que se publicará el 24 de julio en 'The Journal of Experimental Medicine', podría acelerar la producción de anticuerpos para tratar una amplia gama de enfermedades y facilitar el desarrollo de nuevas vacunas.
Los anticuerpos son producidos por las células B del cuerpo para combatir infecciones por bacterias, virus y otros patógenos invasores. Cuando una célula B individual reconoce una molécula de "antígeno" derivada de un patógeno específico, puede proliferar y desarrollarse en células plasmáticas, las cuales segregan grandes cantidades de anticuerpo capaz de unirse al antígeno y evitar la infección.
Los investigadores han intentado replicar este proceso en el laboratorio para producir anticuerpos específicos de células B aisladas de muestras de sangre de pacientes. Sin embargo, además de encontrar un antígeno específico, las células B necesitan una segunda señal para comenzar a proliferar y desarrollarse en células plasmáticas.
Esta segunda señal puede ser proporcionada por fragmentos cortos de ADN llamados oligonucleótidos CpG, que activan una proteína dentro de células B denominadas TLR9. No obstante, el tratamiento de las células B derivadas del paciente con oligonucleótidos CpG estimula cada célula B en la muestra, no sólo la pequeña fracción capaz de producir un anticuerpo particular.
Ante esto, el equipo de investigadores, liderados por el profesor del Instituto Francis Crick de Londres y el Ragon Institute de MGH, MIT y Harvard, Facundo Batista, han sido capaces de producir anticuerpos humanos específicos en el laboratorio mediante el tratamiento de células B derivadas de pacientes con minúsculas nanopartículas recubiertas Con ambos oligonucleótidos CpG y el antígeno apropiado.
Con esta técnica, los oligonucleótidos CpG sólo se internalizan en células B que reconocen el antígeno específico, y estas células son, por lo tanto, las únicas en las que TLR9 activa para inducir su proliferación y desarrollo en células plasmáticas que secretan anticuerpos.
De hecho, el equipo ha demostrado con éxito su enfoque utilizando diversos antígenos bacterianos y virales, incluyendo el toxoide tetánico y proteínas de varias cepas de influenza A. En cada caso, los investigadores han sido capaces de producir anticuerpos específicos de alta afinidad en sólo unos pocos días. Algunos de los anticuerpos anti-influenza generados por la técnica reconocieron múltiples cepas del virus y fueron capaces de neutralizar su capacidad para infectar las células.
"Específicamente, nuestro método debería permitir la producción de estos anticuerpos dentro de un plazo más corto in vitro y sin necesidad de vacunación o donación de sangre/suero de individuos recientemente infectados o vacunados. Además, ofrece el potencial para acelerar el desarrollo de nuevas vacunas, permitiendo la evaluación eficiente de antígenos candidatos", han zanjado los expertos.