MADRID, 25 May. (EDIZIONES) -
Es frecuente entre los niños pequeños que después de tener fiebre, por ejemplo, tengan un sarpullido o erupción en la piel. Pero, ¿cuáles son las patologías que pueden favorecer la aparición de erupciones en los niños?
Entrevistamos en Infosalus a la doctora Victoria Rodríguez de la Rúa Fernández, pediatra y editora jefe de En Familia, la web divulgativa de la Asociación Española de Pediatría, quien recuerda que en este sentido en la jerga médica se llama 'exantema', "un término muy amplio", a una erupción de la piel con diferentes tipos de lesiones, distribuciones y extensión, que pueden o no picar.
Según recuerda, los exantemas aparecen asociados a una enfermedad general, siendo en los niños la mayoría de las veces de causa benigna e infecciosa, y entre esta última sobre todo de causa vírica. "Son una manifestación más de la enfermedad, pero muchas veces puede ser el principal (y el que permite el diagnóstico) como ocurre en las llamadas 'enfermedades exantemáticas'. En una de ellas, en el exantema súbito, es característico que aparezca cuando desaparecen los otros síntomas (sobre todo la fiebre)", subraya la doctora.
Así, insiste en que son "numerosísimas" las enfermedades que pueden cursar con exantemas: infecciones (víricas, bacterianas), alergias, enfermedades autoinmunes, reacciones a fármacos, o bien aparecer por una causa desconocida.
Desde la Asociación Española de Pediatría de atención primaria (AEPap) remarcan en este sentido que los exantemas son muy comunes en la niñez, más que en otras épocas de la vida, siendo su causa más frecuente la infecciosa, y habitualmente los virus, aunque apunta que también aparecen en enfermedades sistémicas (generales) o en relación con fármacos.
Cita aquí que algunos de los exantemas virales más frecuentes entre los menores son la rubéola, el sarampión, la varicela, la enfermedad boca-mano-pie, el eritema infeccioso, o el exantema de Boston, los adenovirus y los enterovirus, así como la mononucleosis infecciosa.
¿QUÉ DEBEMOS HACER ANTE UN EXANTEMA?
La miembro de la Asociación Española de Pediatría (AEP) subraya en este punto que, ante la aparición de un exantema, se debe consultar con el pediatra pues, aunque la mayoría de los exantemas en los niños son benignos y autolimitados en el tiempo, no siempre es así y pueden ser graves.
"Siendo además importante llegar a un diagnóstico por las posibles consecuencias epidemiológicas en el caso de que sea contagioso. El pediatra tras una buena historia y una exploración clínica podrá en general hacer un diagnóstico y, por tanto, explicar cómo suele ser la evolución del exantema", aclara la doctora Rodríguez de la Rúa.
Con ello, esta pediatra ve fundamental que los padres conozcan y sepan diferenciar los exantemas petequiales, aquellos que presentan lesiones rojas en la piel que no desaparecen cuando presionamos la piel, dado que pueden asociarse a enfermedades muy graves como la enfermedad meningocócica.