MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Solo un 35 por ciento de los pacientes con algunas de las enfermedades reumáticas más frecuentes alcanzan los mínimos de actividad física recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según ha advertido la reumatóloga Raquel Almodóvar, quien añade que, cuando se prescribe ejercicio de forma habitual, "la adherencia suele ser baja, al cabo de 6 meses solo entre el 22 y el 50 por ciento de los pacientes continúa con la actividad".
Así, la experta, también coordinadora del proyecto Reumafit, impulsado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) con la colaboración de la compañía biofarmacéutica MSD, ha avisado sobre los riesgos del sedentarismo en pacientes con estas patologías.
En concreto, aumenta la osteoporosis en la mujer tras la menopausia; en artritis reumatoide, se asocia con más dolor y más actividad inflamatoria; en espondiloartritis, empeora el dolor, la función física y la calidad de vida; en artrosis, se relaciona con más dolor, peor función física y peor calidad de vida; y en las personas con fibromialgia, que son más sedentarias, tienen más dolor y descansan peor por la noche.
Tal y como señala Almodóvar, numerosos estudios han demostrado que la actividad física y el ejercicio son seguros y tienen importantes beneficios para los pacientes con enfermedades reumáticas. "No solo evitan los problemas derivados del sedentarismo y la inactividad física, que pueden traer consigo otras enfermedades como obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares, sino que pueden mejorar los síntomas propios de muchas de las enfermedades reumáticas"
Así, expresa que el deporte contribuye a reducir el dolor y la fatiga, disminuir la inflamación y mejorar la situación funcional y la calidad de vida de estos pacientes, al tiempo que deja claro que se trata de una actividad que, "siempre y cuando se realice con control y pautada por profesionales, no va a tener efectos secundarios para los pacientes, sino todo lo contrario, siendo este el principal tratamiento no farmacológico, que deberían seguir los pacientes reumáticos".
En adultos con estas patologías, las recomendaciones son similares a las de la población general, aunque hay que realizar algunas adaptaciones según el nivel previo de actividad física y las características del cuadro clínico.
"La recomendación general consistiría en practicar, al menos, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica si es moderada, o 75 minutos si es vigorosa o una combinación de ambas, así como, realizar ejercicio de fortalecimiento de los grandes grupos musculares al menos dos días a la semana. Y tener en cuenta que, si se está sentado muchas horas, se puede compensar, parcialmente, con actividad física adicional", ha explicado la doctora.