MADRID 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El golpe de calor y la insolación son cuadros clínicos graves que dejan con facilidad secuelas irreversibles en órganos importantes como el cerebro y riñones, y que, si no se diagnostican rápidamente y se tratan, pueden llevar incluso al fallecimiento, por ello es importante saber identificar los primeros síntomas que se caracterizan por la piel enrojecida y seca y la sudoración excesiva, según apunta el director médico de iQtra Medicina Avanzada, el doctor Ángel Villamor.
"Nuestro cuerpo pierde el control de la termorregulación, pierde la capacidad de compensar las altas temperaturas, deja de refrigerar y no puede regresar a su temperatura normal. Los primeros síntomas que debemos tener presentes para detectar el inicio de uno de estos cuadros, tanto en deportistas como en niños o ancianos son: la aparición de piel roja que al principio se acompaña de un exceso de sudoración y que cuando se agrava el cuadro pasa a convertirse en piel roja y seca. Recordemos que la piel es definida en medicina como el órgano más grande de nuestro organismo, es la responsable de proteger al resto de nuestros órganos del exterior. De manera que siempre debemos recordar, como ante cualquier urgencia importante, nuestra primera reacción deberá ser llamar al 112", explica el doctor Ángel Villamor.
Así, el doctor apunta que se debe apartar a la persona afectada del ambiente caluroso poniéndolo en la sombra, buscando un lugar refrigerado, quitarle la ropa de inmediato y empezar a bajar su temperatura acordándonos de que hay cuatro puntos en los que será más efectivo aplicar frío: la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle.
"Si disponemos de agua, con una esponja, un trapo o toallas mojadas aplicaremos el frío en estos cuatro puntos, además de en el resto del cuerpo. Si disponemos de una manguera, una ducha, o mucho mejor, sumergirlo en un baño de agua fría, este sería el modo más efectivo. En el caso de no disponer de agua tenemos que intentar refrigerarle con aire; con el simple hecho de abanicarlo o buscar un ventilador, y si es posible, un aire acondicionado frío sería mucho más efectivo", añade.
No es recomendable la ingesta de fármacos antifebriles como el paracetamol y se deben evitar tópicos como darle infusiones calientes o friccionarle con alcohol, que puede llegar a ser tóxico.
"Ante un golpe de calor inicialmente veremos mucha sudoración como esfuerzo termorregulador de la piel y cuando este mecanismo empieza a fracasar, normalmente agotado y en muchos casos empeorado por la deshidratación, observaremos una piel enrojecida pero seca. Otros signos importantes que hemos de buscar son el incremento en la frecuencia respiratoria y cardiacas, lo cual no será fácil en deportistas en actividad o en niños activos y sí en ancianos en reposo", señala.
Otro de los síntomas es un dolor de cabeza palpitante, también una de las primeras manifestaciones puede ser la debilidad y calambres musculares que en parte aparecen por la pérdida de minerales con el sudor, pero también como una manifestación neurológica porque a esto le van a seguir alteraciones del estado mental y del comportamiento como la somnolencia, especialmente en niños y ancianos, otros como la confusión y la visión borrosa; incluso agitación o irritabilidad, también lo vamos a ver con más frecuencia en niños, hasta mareos, temblor, convulsiones, delirio, perdida de conocimiento y, en casos extremos, coma. Los síntomas más frecuentes en niños son las náuseas, vómitos y diarreas, explica el médico.
"Cuando hablamos del tratamiento no podemos dejar de insistir en que esta es la forma más grave de lesión por calor y que precisa de una actuación inmediata por muy leves que nos parezcan los síntomas, advierte.
En cuanto a la prevención hay que recordar "usar ropa liviana y holgada, de colores claros para evitar el calor excesivo y permitir la transpiración." El uso de protección solar con una aplicación continua cada dos o tres horas, puesto que las quemaduras por sol también afectan la capacidad de la piel para defenderse de las altas temperaturas. Beber, al menos, dos litros y medio diarios de líquidos cuando estamos en un ambiente caluroso y siempre en pequeñas cantidades y de un modo periódico; especialmente importante hacerlo cuando estamos con niños en un ambiente de este tipo, hidratarlo sin esperar a que lo pida o tenga la sensación de sed.
"Todos los que practicamos deporte en ambientes calurosos y sobre todo si además hay una humedad elevada de 60 o 70%, debemos beber constantemente sin esperar a tener la sensación de sed, de ser posible hacerlo con bebidas isotónicas que repongan los minerales perdidos con la sudoración", explica el experto.
Igualmente, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), insta a la población a tomar precauciones para prevenir problemas de salud graves, al tiempo que ha advertido de que la exposición prolongada a altas temperaturas puede desencadenar síntomas peligrosos, muchas veces confundidos con malestares cotidianos.
Por ello, ha resaltado que el calor excesivo puede provocar dolor de cabeza, mareos, cansancio, y deshidratación. Estos síntomas, aunque comunes, podrían indicar un golpe de calor, especialmente si se ha estado mucho tiempo bajo el sol y no se ha bebido suficiente agua.
En caso de experimentar alguno de estos síntomas, la semFYC asegura que es crucial buscar un lugar con sombra, refrescarse y beber agua en pequeñas cantidades frecuentemente. En casos graves, como pérdida de conciencia, se debe pedir ayuda médica de inmediato.
"Podemos llegar incluso a perder la conciencia o encontrarnos en un desfallecimiento básico. En este momento no hay que dudarlo: tenemos que empezar a pedir ayuda rápidamente. Si estamos solos, coger el teléfono y decir dónde está nuestra localización, para que alguien pueda venir a recogernos. Y si estamos acompañados, rápidamente pedir una asistencia médica y que nos desplacen a un punto asistencial porque habrá que tomar todas las medidas necesarias para, primero, identificar si se ha producido un golpe de calor, y segundo, para iniciar un tratamiento", ha explicado el coordinador del Programa de Actividades Preventivas para la Salud (PAPPS) de la semFYC, Asensio López.
RECOMENDACIONES
Para combatir el calor, la semFYC aconseja una hidratación constante, evitar el sol directo, una vestimenta adecuada, descansos frecuentes, no hacer deporte en horas de máxima calor, prestar atención a los más vulnerables y tener en cuenta los posibles efectos del calor sobre la medicación.
"Pero la medida clave siempre es la prevención. Estamos hablando de algo que se puede prevenir, por tanto, hagamos lo siguiente: si sabemos que vamos a estar en un entorno de calor, de sol, de mucho trabajo y mucho esfuerzo mantenido, vayamos bien hidratados, hagamos descansos paulatinos de manera habitual y refresquemos nuestro cuerpo con cierta regularidad, y sobre todo, cuando empecemos a notar síntomas de cansancio, agotamiento, hagamos pequeños descansos para ver cuál es la evolución de nuestro cuerpo", ha asegurado López.
Por último, la semFYC ha recordado que las empresas deben cumplir con las regulaciones que protegen a los trabajadores del calor extremo, proporcionando medidas adecuadas para garantizar su seguridad.